Sindicales

5/4/2007|986

“Luchar sí, hacer que se lucha no”


Para las elecciones de ATE Rosario se han conformado cuatro listas. La dirección verde enfrenta una enorme crisis en esta seccional estratégica.


 


La directiva verde, dirigida por Acedo, ha tenido varias escisiones, que se presentan en listas diferentes. Estas escisiones se han producido tanto por izquierda como por derecha, pero son todas resultantes de lo mismo. La quiebra de la política de “no luchar y hacer como que se lucha”.


 


La política de Acedo, que vino a suplantar la desgastada imagen de Cuagliario ya en el fin de su carrera gremial, entusiasmó en un principio a un sector de izquierda del gremio. Había “puertas abiertas”, “apertura cultural”, se hablaba de democracia sindical, había agitaciones callejeras y, fundamentalmente, una aceitada ingeniería de difusión de todas sus actividades que lo colocó en sintonía con los sectores centroizquierdistas.


 


Acedo y su secretario adjunto instalaron una especie de sindicato de “lucha virtual” que propala a todo el país todo tipo de “acciones” como “radios abiertas”, “papelazos”, “cresponazos”, “batucadas”, “foros”, “mesas redondas” y “multisectoriales” y todo lo que produzca un “efecto lucha”. Pero el “efecto” es una cosa y la lucha otra.


 


El desenmascaramiento de esta política lo produjo la gran lucha de los hospitales rosarinos, las autoconvocatorias de los trabajadores de la salud que libraron una batalla de meses sin el apoyo concreto —más allá del “paraguas gremial”—, de la dirección de Acedo. El gremio aportaba algún sonido, algún volante, pero no luchaba, lo que provocó una decepción política que se extendió al interior de los principales hospitales, a los auxiliares de escuela y a varias reparticiones provinciales; nadie cree que esta dirección de Acedo arranque alguna reivindicación.


 


La dirección de ATE, aun dirigiendo la CTA de Rosario, no apoyó la lucha de los maestros. Sólo salió el tradicional “mail” con “copia” a mil organizaciones internacionales.


 


Un paro de apoyo para el 15 de marzo, que había resuelto la asamblea de memoria y balance, fue levantado por la prensa sin ninguna explicación. Frente a las críticas y bronca, Acedo largó (también por los medios) un paro y marcha con 50 personas. Un hecho verdaderamente lamentable: nadie paró ni fue a la marcha.


 


La dirección provincial de ATE saludó el convenio salarial firmado por Maguid (paritaria estatal), a pesar de que hunde los básicos de los trabajadores y también de los jubilados. Acedo, aun sabiendo que por un ofrecimiento similar los maestros llevaban ya dos paros provinciales, ni siquiera enfrentó “virtualmente” esta nueva entregada de la dirección provincial (con la excusa de que ATE no está en la paritaria). La política salarial real la lleva adelante Hoofman, un dirigente al que Acedo apoya en la Lista Verde provincial, y que no se diferencia en nada de los “gordos” de UPCN.


 


La dirección de ATE va a la deriva, y cuando un barco va a la deriva siempre hay “motín a bordo”. El gobierno de Obeid le formó una lista burocrática opositora; por otro lado, las formaciones kirchnneristas también formaron su lista. A los binneristas y kichneristas que aún lo apoyan, Acedo los mantiene en la directiva, aun a sabiendas de que son caballos de Troya. Los luchadores se alejaron de todos y formaron una lista opositora. Esto es una radiografía de una dirección en ruinas.


 


Es necesario un cambio, es necesario que se expresen todas estas tendencias de lucha que chocaron con la política de la Verde. La inmensa mayoría de los luchadores de la izquierda han formado, con reconocidos activistas del gremio,, la Lista Naranja, un agrupamiento que representa a todos los que lucharon en las autoconvocatorias de los hospitales de Rosario, en las luchas del Baigorria, de los profesionales de la salud municipal y de los auxiliares de escuela, y ahora le van a disputar la dirección del gremio a Acedo con un claro programa de lucha y sobre todo con la voluntad de luchar por las reivindicaciones concretas y no virtuales. Decididamente, hay que votar a la Naranja para recuperar ATE Rosario para los trabajadores.