Luego de siete días de huelga, fue levantado el paro en Minuto Uno


La medida de fuerza, resuelta frente al despido de sus dos delegados, se sostuvo durante una semana, superando el hecho de que los representantes gremiales se encontraban en la calle y frente a las enormes presiones de la patronal kirchnerista de Cristóbal López, empeñada en descabezar la organización gremial de prensa para pasar a todos los periodistas del portal al Sindicato de Televisión, con un convenio a la baja.


Con el paro, los trabajadores buscaron quebrar la actitud propatronal del Ministerio de Trabajo, que durante más de seis meses se mantuvo en silencio frente a las sucesivas presentaciones efectuadas por la comisión interna luego de que venciera su mandato y la UTPBA la condenase al “exilio” al negarse a convocar a comicios de renovación de mandatos. La burocracia se ha convertido en una casta podrida al servicio de las patronales.


La lucha en Minuto Uno concitó el apoyo de todo el gremio. Coincidió con el nacimiento del Sipreba, el nuevo sindicato de prensa de Buenos Aires que rodeó de solidaridad el conflicto y convocó a un acto masivo en la puerta del multimedios kirchnerista.


La huelga “despabiló” al Ministerio de Trabajo que se vio obligado a llamar a una audiencia a seis días de comenzado el paro. A pesar de que la misma había sido solicitada por el Sipreba, la cartera laboral convocó a la UTPBA. En la audiencia y frente a los abogados de la patronal, el ministerio sostuvo que los delegados estaban “flojos de papeles” y anunció una decisión final para el día siguiente que nunca llegó.


Con esta indefinición, el Ministerio de Trabajo se jugó a fondo para quebrar el paro que se desarrollaba en condiciones extremas.


Este hecho es decisivo para comprender el rol de Tomada frente al gremio de prensa. En las últimas semanas, Tomada fue interpelado por periodistas que luego de los reportajes para sus medios le preguntaban por la actitud ministerial frente al surgimiento del Sipreba y la negativa de la burocracia y las patronales a que participen de las negociaciones salariales los paritarios electos en asambleas. Tomada respondió siempre que el nuevo sindicato iba a ser reconocido en breve y que el ministerio pujaba para que una delegación del Sipreba participase de las negociaciones salariales.


El “verso” de Tomada duró lo que un suspiro, estrellándose frente al paredón de la patronal kirchnerista de Minuto Uno, como antes lo hizo frente a la corpo de Magnetto. Como sostuvo y denunció la Naranja de Prensa, el nacimiento del nuevo gremio de prensa es el resultado del derrumbe del kirchnerismo y su relato de la ley de medios. Y por sobre todas las cosas, expresa el agotamiento de las ilusiones intervencionistas de Tomada y el rol patronal que juega el ministerio.


La constitución del Sipreba es una victoria del activismo del gremio de prensa y una derrota de Tomada y de su política.


Frente a la indefinición ministerial luego de la audiencia (ni siquiera convocó a otra), luego de siete días de huelga, en una asamblea excepcional los delegados hicieron un balance lapidario del rol de la burocracia y la cartera laboral, llamaron a levantar la medida de lucha, exigiendo al ministerio la convocatoria a elecciones de delegados y preparando la batalla judicial para su reinstalación.