Sindicales

14/3/1996|485

Macri prepara 1.000 despidos

Desde octubre del año pasado, los obreros de la planta de Caseros son víctimas de una seria reducción salarial: se les ha impuesto el turno reducido de 6 horas.

El clima en la fábrica es de gran incertidumbre, dado que prácticamente les advierten con una diferencia de horas cuando deben quedarse alguna hora más.

Lo que no se ha reducido es el ritmo de producción.

Durante comienzos de marzo han comenzado a llegar los telegramas citando a los compañeros para ‘arreglar’. La oferta consiste en renunciar ahora con el pago de 8.000 pesos o ser despedidos el 31 de marzo con 3.000 pesos de indemnización (tomando un caso como ejemplo).

Mientras tanto, afuera de la fábrica hay largas colas de jóvenes convocados para ser tomados bajo contrato de aprendiz (3 meses, sin cargas sociales, despidos sin indemnización), y en Planta Sur se trabajan 12 horas por turno, empleando mujeres bajo el sistema de tercerización (otro grupo empresario hace el trabajo dentro de la planta). También se está preparando la “privatización” (tercerización) de estampado.

Esta patronal, que tiene sus ganancias aseguradas dado que tiene los autos vendidos antes de fabricarlos (a través del sistema de ahorro previo), cuenta con el amparo del gobierno, que le permite que actúe con total impunidad contra los trabajadores (horarios, despidos, ritmos).

La dirección gremial de la fábrica lo único que atina a plantear es “que agarren el arreglo” y continúan con su tarea de soplones al servicio de la patronal.