Sindicales

5/4/1994|415

Maestrazo en Salta

La marcha de los docentes ha conmovido a toda la provincia. Después de cinco semanas de huelga, más de 7.000 docentes, acompañados por padres y alumnos, “bajaron”  a la ciudad de Salta para reclamar por un aumento salarial y defender la educación pública.


El espectáculo de la marcha fue conmovedor. Hasta la ciudad de Salta llegaron docentes de todos los rincones la provincia, incluso de los pueblitos más recónditos y de las escuelas de fronteras. Desde San Antonio de los Cobres, por ejemplo, llegaron treinta docentes después de cuatro días de marcha a pie. Lograr el triunfo de la huelga docente se ha convertido en una causa popular en toda la provincia: las maestras de San Antonio de los Cobres contaban que a lo largo de todo el trayecto, “cuando veníamos por la quebrada, veíamos personas que nos esperaban con jugos y mateadas para darnos su apoyo” (Crónica, 4/4).


La huelga docente ha puesto sobre el tapete la política oficial de destrucción conciente de la educación pública: los maestros denunciaron que el gobierno provincial no los provee de los más elementales materiales, no digamos ya libros sino simplemente tizas y borradores. Otros maestros, además, denunciaron que los chicos salteños, atenazados entre una escuela sin presupuesto y sus familias con hambre y mayores despedidos— se ven obligados a abandonar la educación para ir a trabajar al campo o a los salares. Otro aspecto fundamental de la huelga es el decidido apoyo de los padres —estatales con salarios de miseria, desocupados y trabajadores rurales superexplotados. La lucha docente, en resumen, condensa la lucha por todo lo que hay de humano y de vivo en la provincia de Salta.


El gobierno, hasta el momento, ha sido impotente para enfrentar la huelga. Pero es necesaria una movilización general de los trabajadores salteños para ponerlo de rodillas y obligarlo a capitular. Una victoria docente abrirá un curso de lucha para todos los explotados de la provincia.