Sindicales

8/1/1998|571

Mar del Plata: Los piquetes obreros paralizan el puerto

Una asamblea de 3.000 trabajadores del puerto, realizada en la “banquina”, resolvió el martes 6 declarar la huelga general por tiempo indeterminado. En realidad, la huelga había comenzado tres días antes bajo la forma de sucesivos”estados de asamblea”. Piquetes obreros de los distintos gremios marítimos y de trabajadores en tierra ‘patrullan’ sistemáticamente el puerto y han impedido la salida de algún buque al mar.


La huelga nació de los obreros marítimos, que desde hace dos meses vienen planteando el paro de la flota para reclamar la actualización salarial. El infierno de flexibilización laboral que impera en la actividad de la pesca en mar y tierra, con salarios a destajo, acuerdos por productividad y trabajo tercerizado en cooperativas en las que no rige convenio alguno, estalló frente a la implementación de zonas de veda y “paros biológicos” por la situación de sobrepesca y depredación. A la superexplotación se sumó la desocupación (el “paro biológico” prohíbe la pesca por determinados períodos), que no tiene defensa alguna salvo una miserable garantía horaria (200 pesos) que rige para una minoría de obreros del puerto considerados efectivos.


La huelga se ha radicalizado y colocó en el centro de los reclamos el aumento salarial y un corte a la flexibilización laboral. Las asambleas votaron un programa que plantea la vigencia de los convenios colectivos, la eliminación de las cooperativas de trabajo y la efectivización de todo el personal comprendido en ellas, la actualización de la garantía horaria y su extensión a todos los trabajadores efectivos y cooperativizados. El reclamo exige la actualización del precio del pescado para todo el personal embarcado y en tierra, que es el índice que se considera para el salario (a destajo). Plantea, además, “que se blanqueen todas las asignaciones salariales en los recibos de sueldo”, la formación de “bolsas de trabajo” y “el ingreso a paritarias para todos los gremios marítimos y a la brevedad”.


La huelga contiene el reclamo de que los buques factoría (buques fábrica o congeladores mayoritariamente extranjeros) pesquen fuera de las 200 millas marinas, y la denuncia del acuerdo pesquero con la CEE. Diversos estudios señalan a estos buques como los principales responsables de la depredación y la contaminación.


La patronal llama a romper la huelga por ‘antinacional’


La burocracia del sindicato de obreros del pescado (SOIP) anunció su rechazo a la huelga porque “es un paro contra los trabajadores”, repitiendo los argumentos de la patronal nativa. Las Cámaras de Armadores de Buques Pesqueros de Altura y de Procesadores de Pescado han salido a repudiar la huelga, planteando que “a la ya conocida crisis de recursos pesqueros, provocada por el aumento indiscriminado e incontrolable de las capturas de las flotas de buques congeladores y factorías se agrega… un paro de actividades de la flota pesquera, organizado y promovido por algunos de los gremios de la actividad marítima de Mar del Plata, beneficiando exclusivamente a la flota de congeladores y factorías que continúan operando normalmente”. Agregan que las razones de la huelga “han sido tergiversadas para convertirlas injustificadamente en un reclamo salarial”(Crónica, 4/1).


Durante los primeros tramos de la movilización, la patronal coqueteó con los trabajadores para comprometerlos con un programa “en defensa de la industria nacional” y para que postergaran sus propios reclamos. La patronal nativa pide reembolsos a las exportaciones y la legalización de las cooperativas de trabajo —es decir, del trabajo en negro y el fraude laboral—, y pretendía, para estos objetivos, una movilización encuadrada y no una huelga. Ahora el idilio terminó y las cámaras patronales anuncian que pedirán la ilegalización de la huelga y el “recurso de crisis”, es decir, la facultad de despedir con menor indemnización para las empresas.


La agrupación Unidad Obrera del Pescado, Lista Celeste, ha denunciado la conducta de la burocracia y planteó en forma pública que “ningún compañero del pescado debe carnerear la huelga portuaria que levanta, también, los reclamos de los trabajadores de tierra” . Aunque gran parte de las fábricas de pescado están en receso hasta el 15 de enero, la Lista Celeste está empeñada en organizar una autoconvocatoria de trabajadores del pescado frente al sindicato, para sumarlo a la huelga.


Todo por la victoria


A la luz de estos datos, se puede apreciar que en el puerto de Mar del Plata se está librando una lucha fundamental, en la que está en juego nada menos que el salario, los convenios y la precarización del trabajo. La vigorosa huelga, que tiene a los marineros a la cabeza, es una causa de todos los explotados.


La huelga tiene dos pilares: la asamblea intergremial en el puerto, que ha crecido en número y radicalización, y los piquetes. Organizaciones de desocupados se han sumado a las asambleas y apoyan activamente la huelga, una iniciativa que debería tomar todo el movimiento de lucha de los desempleados, adoptando incluso un comando común en defensa de la huelga. La solidaridad activa debe llevar a un proceso de organización en todas partes, a través de mesas de apoyo, pronunciamientos y colectas, exigiendo un inmediato paro activo y plan de lucha dirigido a la CGT, la CTA y el MTA, que no han dado hasta ahora un solo paso. ¿Qué van a hacer los trabajadores de Luz y Fuerza, que tienen sus despedidos en la calle y soportan una ofensiva para retirar su carpa, al estilo María Elena Walsh? ¿O los de ATE, también en la CTA, con reivindicaciones por el salario y contra la flexibilidad, jamás consideradas?


“Todos somos portuarios”.