Luego del masivo acto del 1º de Mayo en la puerta de la fábrica Brukman, se realizó el martes 6 una manifestación hacia la Jefatura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

La columna más importante fue la del Polo Obrero. Llamó la atención la ausencia total de ciertos sectores (Ccc, etc.).

Una delegación fue recibida por funcionarios que reiteraron la propuesta hecha días antes por la ministra Camaño: la puesta de una “nueva” unidad productiva, una especie de microemprendimiento. Lo que significa, en realidad, que devolvían la fábrica Brukman a la patronal vaciadora.

El planteo oficial fue rechazado por los trabajadores, quienes resolvieron llevar la lucha por la expropiación de la fábrica a la Legislatura.

Plantean:

• Fuera la policía de Brukman.
• Restitución de la fábrica a las trabajadoras y trabajadores.
• Expropiación sin pago inmediata y definitiva de inmuebles, maquinarias y marca de Brukman Confecciones, para que los trabajadores continúen con la producción bajo gestión obrera.
• Que el Estado garantice los salarios, como mínimo los de convenio colectivo del sector (mínimo legal).
• Que les otorguen un subsidio no reintegrable por 150.000 pesos como capital inicial de trabajo para ampliar y diversificar la producción e incorporar más trabajadores actualmente desocupados.
• Que el Estado compre la producción en función de las necesidades de hospitales, escuelas y otras instituciones, así como de la población carenciada.

Con este programa, una Asamblea abierta de los trabajadores de Brukman decidió adherir a la jornada nacional de lucha el miércoles 14 de mayo, en defensa de las fábricas bajo gestión obrera, que convocó el 5 de abril pasado, en Lanús, la Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados.

Al día siguiente, jueves 15, los trabajadores de Brukman realizarán un “maquinazo”: habrá un corte de calles frente a la fábrica y decenas de compañeros trabajarán en máquinas de coser prestadas por asambleístas y organizaciones populares, para testimoniar que los trabajadores quieren trabajar, pero la policía y el gobierno no los dejan entrar en la fábrica. Lo producido será enviado a los inundados de Santa Fe.