Sindicales

11/3/1999|618

Marcha y acto del PO sobre Sevel

Unos 250 compañeros, convocados por el PO, marcharon desde la estación Villa Bosch hasta la puerta de Peugeot. Fue una marcha de repudio a la agresión sufrida el 22 de febrero que arrojó tres compañeros heridos, pero también de reafirmación de la salida que el PO impulsa entre los obreros metalmecánicos: “Ni despidos ni suspensiones, por el reparto de las horas de trabajo”. Al grito de esta consigna y de “se va a acabar la burocracia sindical” se manifestó entre los vecinos del barrio Peugeot, en Tres de Febrero, el distrito de Curto, jefe de la burocracia sindical metalúrgica que agredió al PO en puerta de fábrica.


En la puerta de la fábrica automotriz, golpeada por masivas suspensiones, se desarrolló un verdadero acto de lucha que superó en mucho una mera acción de desagravio. El sol abrasador de la salida de fábrica realzó el cartel que presidió la movilización: “Que la UOM rompa con la patronal y el gobierno”. A cada trabajador de Peugeot y a cada vecino se le entregó un nuevo volante planteando “¿donde está la UOM?” ante las 12.000 suspensiones y las 1.000 cesantías que azotan al gremio. En él planteamos la asamblea general, la ocupación de plantas y la huelga general por el reparto de horas en contraposición a la entrega del Smata y la UOM, firmantes de todos los protocolos patronales reclamando ‘incentivos’ a las empresas y mayor flexibilidad y firmantes de decenas de ‘acuerdos’ antiobreros en todo el país habilitando suspensiones, retiros voluntarios y despidos directos.


Después de leer las numerosas adhesiones de organizaciones sindicales, políticas y de derechos humanos, se dirigió a los obreros de Peugeot el compañero Néstor Pitrola en nombre del Comité Nacional del PO. En su arenga denunció que esta agresión oculta la completa falta de salida de la UOM, arrasada por la bancarrota de su Obra Social, por los despidos y la flexibilidad laboral. Denunció que el congreso nacional de la UOM convocado para fines de abril se hará cuando hayan transcurrido ¡7 meses! de descarga de la crisis sobre las espaldas obreras.


Ante contingentes obreros que se paraban a escuchar —desafiando el merodeo del matonaje de la CI— Pitrola denunció la agresión como una maniobra para ocultarle a Peugeot la victoria de Ford Brasil que difundió el PO aquella madrugada, para evitar el contagio de la lucha y la unidad con Diasa, también automotriz y también metalúrgica. Ante los oídos alertas de los compañeros de Peugeot que son ‘apretados’ adentro, de la misma manera que el PO fue agredido afuera, se denunció el podrido pacto de Lorenzo Miguel con Menem que, al igual que Curto con Duhalde, someten a la UOM a los responsables de una década de ataque a las conquistas de la clase obrera.


Precedido por una campaña de difusión en los medios, de pintadas en toda la zona y de pronunciamientos, el acto se transformó en una derrota política de la patronal y la burocracia que no pudieron impedirlo y en un decidido impulso a la resistencia y a la lucha contra las suspensiones y despidos en Peugeot.