Sindicales

15/12/1994|434

Mario Díaz: “No aliarnos con cualquiera para ir a las elecciones”

PO: ¿Cuál es tu planteo actual para el movimiento obrero?


MD: Creo que no podemos negar que grandes sectores de la población habían depositado sus esperanzas en lo que aparentaba iba a ser el Frente Grande. Hoy ya no existe esa perspectiva y el FG no se visualiza como una herramienta política transformadora que plantee derrotar, por lo menos, a este modelo. Además, los aciertos y beneficios que significaron la Marcha Federal y el paro del 2 de agosto se ven afectados por los límites y atrasos que nos imponen la falta de continuidad de esas acciones nacionales contra el modelo de Menem-Cavallo. La responsabilidad de esta situación les cabe a las estructuras, corporaciones y dirigentes que convocaron a dichas manifestaciones y no convocaron a darle continuidad. Entiendo que tenemos que empezar a ver otras instancias de construcción, tanto en lo político como en lo gremial.


Es evidente que hay otros sectores que también tienen esta visión. Por nuestra parte, aprovechamos la conmemoración del 19º aniversario de la desaparición del Gringo Tosco. Convocamos dirigentes de distintas provincias a debatir acerca de cuál es el camino que debemos transitar los trabajadores. Coincidimos en el diagnóstico y en la necesidad de construir una corriente sindical clasista y combativa y es nuestra opinión que lo limitante no debe ser la pertenencia al CTA, al MTA, o a cualquier otra construcción en el movimiento obrero; por lo pronto, entiendo que todas nuestras acciones deben estar encaminadas a darle continuidad a la Marcha Federal y al paro del 2 de agosto.


Por otro lado, como hombre de izquierda y frentista que me considero, entiendo que debemos hacer los esfuerzos por construir esa herramienta que agrupe a todas las voluntades revolucionarias. De lo que también estoy convencido es de que si para estas elecciones no logramos empezar a dibujar esta construcción, no debe desvelarnos la participación en la disputa electoral y menos aún llevarnos a cometer algunos errores del pasado, me refiero de privilegiar la participación en las elecciones y a aliarnos con cualquiera a acordar un programa que diga claramente quiénes somos y qué queremos.