Sindicales

26/12/1996|525

Más Pymes que las propias Pymes

La nueva convención colectiva de trabajo de la Unión Obreros y Empleados Plásticos que firmaron ‘nuestros’ ultramenemistas y burocráticos dirigentes para el ramo, es de lo más calamitoso y aberrante que se haya firmado en estos últimos tiempos después del convenio Fiat-Smata, y en lo que a éste se refiere no tendría nada que envidiarle, puesto que Smata lo firmó para Fiat solamente, usándolo como un convenio modelo para las demás empresas, y ‘nuestros compañeros’ lo firmaron para toda la industria plástica en general e, inclusive, agregándole un condimento muy especial, que es la famosa ley de Pymes, e incluso yendo mucho más lejos que ésta, pues la patética ley marca en su sección I: Definición de pequeña empresa. Art. 83: A los efectos de este capítulo, pequeña empresa es aquella que reúna las dos condiciones siguientes: A) Su plantel no supere los cuarenta (40) trabajadores. B) Tenga una facturación anual inferior a la cantidad que para cada actividad o sector fije la comisión especial de seguimiento del artículo 104 de esta ley. Mientras, la nueva convención colectiva de trabajo dice en su punto inicial: Considerando. Que las partes han acordado la aplicación de la convención colectiva de trabajo a las Pequeñas y Medianas Empresas, ampliando esta condición hasta las que ocupen 300 personas en relación de dependencia y cuya facturación anual no exceda cincuenta (50) millones de pesos.


Es totalmente insólito e inconcebible, pues casi no existen empresas con más de 300 trabajadores y mucho menos que facturen más de 50 millones de pesos; por lo tanto, la mayoría de los trabajadores nos encuadramos en el presente convenio plástico, que es mucho más Pyme que la propia Pyme. Sabemos muy bien lo que esta nefasta ley significa para el trabajador y sus intereses: es el desconocimiento total a todos sus derechos, y como punto fundamental de dicha cuestión, se elimina la figura gremial del delegado, pues con esta ley no existe más, desmantelando toda organización sindical de base existente.


La ley de Pymes significa, entre otras cosas, la eliminación de las jornadas de 8 horas; jornadas de trabajo extenuantes y sin límites de horarios; ritmos de producción infernales impuestas por las patronales; condiciones de trabajo infrahumanas y totalmente precarizadas, con un elevadísimo riesgo para la integridad psicofísica del trabajador; el pago fraccionado del aguinaldo (SAC); disponibilidad del tiempo y forma del período vacacional por parte del empleador (fin de temporada estival), de acuerdo a las necesidades productivas de las empresas —que otorgarán vacaciones a sus trabajadores cuando éstas crean y consideren necesario a sus intereses—; la descalificación del trabajador, desconociendo su categoría de convenio e implementando la polifuncionalidad como régimen de trabajo; se elimina el pago de la indemnización por despido, señalado en las últimas páginas del convenio plástico, más precisamente en el capítulo VII Régimen para pequeñas y medianas empresas (Pymes), Art. 50, que además, en su último párrafo, expresa: el régimen que antecede será aplicable exclusivamente al personal que se incorpore a las empresas con posterioridad a la homologación del presente convenio, y con relación a la indemnización por antigüedad, hasta que el trabajador compute tres (3) años de antigüedad en la empresa. O sea que mientras el trabajador no cumpla 3 años de vida en la empresa, seguirá atado a este régimen podrido.


Todo esto y mucho más es lo que encierra esta siniestra ley de Pymes, que los dirigentes plásticos, como unos adelantados a la época, implementaron a la convención colectiva. De los diez puntos agregados o algunos modificados en el nuevo convenio, sólo uno nos favorece, los nueve restantes son totalmente desfavorables a nuestros intereses, pero hay uno muy particular al cual quiero referirme y hacer una mención ‘especial’, sin crear ningún tipo de ‘suspicacia’, que es el Art. 43: Contribución empresarial para el cumplimiento de planes de capacitación cultural, previsión y otros, en el cual se expresa: Los empleadores comprendidos dentro de las previsiones del presente convenio, deberán efectuar en forma mensual una contribución a la UOyEP, por cada trabajador comprendido en las disposiciones del presente convenio. El mismo será destinado por la entidad sindical para cumplimentar los propósitos y objetivos fundamentales consignados en el Art. 4º de sus estatutos sociales. Si por cualquier causa ajena a la voluntad de las partes fuera suspendida, o en su caso suprimida la negociación paritaria, el valor del aporte se incrementará en el mismo porcentaje en que por disposiciones del poder público se incrementen los salarios básicos de los convenios vigentes al momento de dicha eventual congelación. Las partes establecen que el monto mensual de esta contribución será el equivalente a doce (12) horas de la categoría Operador Calificado del presente convenio. En el anterior convenio, dicha contribución era de diez (10) horas de Operador Calificado. Como ustedes podrán apreciar, en este punto la dirigencia del gremio plástico puso su máximo esfuerzo y todo su esmero para conseguir su objetivo, cosa que no sucedió con los demás puntos, en los cuales nuestros intereses no fueron defendidos con el mismo criterio y se vieron enormemente perjudicados.


Esto no da para más; de una vez por todas digamos basta, no va más, fuera la burocracia sindical traidora y corrupta de los gremios. No podemos permitir que sigan firmando convenios podridos y sigan aceptando leyes antiobreras impuestas por decretos o sancionadas por el Parlamento a pedido de una clase social capitalista superexplotadora y voraz, que privilegia sus ganancias por sobre todas las cosas y sumerge a la clase obrera cada vez más en la pobreza y la miseria totales. Difundamos y propongamos en todos los plenarios sindicales Paritarias Libres Ya, con delegados elegidos en asambleas y mandatados por ellas para discutir aumentos salariales, derogación y retiro de todas las leyes antiobreras que se encuentren en el Parlamento.


Luchemos todos juntos por un congreso de base con delegados y activistas luchadores que elaboren un plan económico y político de los trabajadores.