Sindicales

12/4/2017

Masiva adhesión al paro contra la represión


El paro de 24 horas convocado por Ctera en respuesta a la represión de Macri, Vidal y Larreta a los docentes que intentaban instalar una carpa en la Plaza de los Dos Congreso fue multitudinario.


 


Los diarios oficialistas, sin embargo, titulan que el paro fue un fracaso, y ofrecen números falsos. Clarín publica que, en Córdoba, “por caso, el acatamiento apenas arañó el 20%”. Lejos de ello, los docentes cordobeses protagonizaron una huelga rotunda y una manifestación multitudinaria, que augura la continuidad del conflicto, porque en la propuesta del gobernador del pejota, Juan Schiaretti, arrima a un 24 por ciento, pero atacando los montos de la jubilación de los maestros; es decir, la docencia se auto-pagaría el incremento salarial a expensas de su propia jubilación.


 


También fue total la huelga en Santa Fe, con una gran movilización en Rosario convocada por la seccional recuperada de ese distrito. En Santa Cruz, la medida fue total, y en el día de hoy un congreso de Adosac está votando mantener la semana próxima otro paro de 120 horas, ante los incumplimientos de pago de salarios atrasados y la ofensa de ofrecer un 3% de aumento de parte de la gobernadora Alicia Kirchner.


 


Según La Nación, en la ciudad de Buenos Aires –juridicción en la cual el paro creció en acatamiento–, la adhesión rondó el 50 por ciento promedio. Una columna de de Ademys y confluyó con las clases públicas en Plaza de Mayo. “En Tucumán –publica el diario de los Mitre– el paro se hizo sentir con fuerza en las escuelas públicas primarias y secundarias, mientras que en las privadas el acatamiento fue del 60 por ciento. En Formosa, la situación se replicó. Las aulas estuvieron vacías en prácticamente toda la provincia e incluso gremios que no se habían plegado a los paros del 5 y 6 de este mes, lo hicieron en esta oportunidad” (La Nación, 12.4). Y este es el panorama que reconocen las cifras gubernamentales, en las que el matutino se basa para el informe.


 


En tanto, en Buenos Aires, de acuerdo a datos de la FEB, el paro osciló en la mayoría de los distritos en el 80 por ciento, con pisos del orden del 55 por ciento. Pero en “Mar del Plata, un fuerte temporal impidió una medida certera sobre la asistencia a clase (porque) durante toda la mañana, una tormenta azotó la ciudad y las escuelas permanecieron cerradas” (La Nación, ídem), consecuencia del estado desastroso de la infraestructura de los establecimientos. Un dato relevante del muestreo de La Nación es que el paro bonaerense fue más rotundo en los distritos multicolores, como La Matanza, dirigido por Romina Del Plá.


 


En todo el país, el paro y las movilizaciones fueron organizadas y garantizadas por el activismo, las agrupaciones combativas y las seccionales y sindicatos antiburocráticos.


 


Ctera y Suteba, a contramano


 


La represión del domingo demostró claramente que la intención del gobierno de Macri y de Vidal –con el acompañamiento de todos los gobernadores– es doblegar a la docencia a cualquier costo. Imponer el 19% en cuotas de aumento y atacar las condiciones laborales docentes es un objetivo estratégico, para luego hacer lo mismo con el conjunto del movimiento obrero.


 


El paro masivo, luego de que Ctera y Suteba abandonaran las medidas de huelga, fue un reflejo contundente de las energías y de las enormes reservas de la docencia y, por lo tanto, del camino a seguir para quebrar el brutal ajuste educativo del macrismo. La ministra de Educación de la CABA, Soledad Acuña, fue muy clara, cuando en un evento del Financial Times proclamó que "nos van a ver en guerra con los sindicatos docentes”.


 


La instalación de la carpa que ahora se está levantando en Congreso, gracias al repudio y a la movilización de la docencia en su conjunto, sin embargo, no está en función de organizar a los trabajadores de la educación para quebrar este ataque. Por el contrario, tiene por objeto adaptarse al reclamo del gobierno de buscar “medidas creativas”, como declararon públicamente Roberto Baradel y Sonia Alesso.


 


Luego de los palazos y los gases, las conducciones de Suteba y Ctera se muestran más impotentes que nunca. En el caso del Frente Gremial Docente, los seis gremios bonaerenses enviaron una carta a Vidal en la que se lamentan porque “convoca al diálogo reiterado a través de los medios de comunicación, pero aún no ha concretado la convocatoria a paritarias”.


 


La resolución del conflicto la deben tener los docentes, no los dirigentes sindicales entre cuatro paredes. Para retomar la lucha y organizar las medidas de fuerza, reclamamos a Suteba y Ctera congresos de delegados con mandato de todas las escuelas en cada jurisdicción para resolver el plan de acción y resolver democráticamente la aceptación o el rechazo de las ofertas del gobierno, partiendo de un aumento del salario básico no menor a los $15.000 y la devolución inmediata de todos los descuentos.