Las intervenciones expresaron un componente político mayor. Los docentes ya no sólo hablan del salario que no alcanza, de la inflación, de la falta de asistencia de la obra social y el impuesto a las ganancias. Comienzan a plantear que el paro general es una necesidad para demostrar al gobierno que el “modelo” no se soporta más, y se aprobó una moción que llama a apoyarlo con nuestros reclamos y contra el ajuste.

La deliberación en asambleas ha servido para clarificar que el ajuste viene cada día por más, y que las decisiones se toman en un marco político. La moción de 48 horas de protesta en coordinación con ATE, FEB y tal vez otros gremios como la Cicop y UPCN, quienes aún no se han pronunciado, se impuso con 342 votos por sobre las 24 hs que proponía la comisión directiva (242). Las dos jornadas se convertirán en un paro de hecho, con asamblea el martes y movilización el miércoles.

Bahía Blanca marca el camino: con asambleas y medidas de acción se suman nuevos compañeros que comprenden que el fin del lectivo no es el fin de la lucha. Se planteó seguir el ejemplo de Neuquén: la unidad de los trabajadores de la docencia para conformar una lista única que derrote a nivel provincial a la burocrática Celeste, que está en una tregua con el gobierno cuando no han cobrado miles de docentes de planta permanente, tampoco el segundo semestre de los planes fines, y no hay designaciones de directivos en las escuelas técnicas. Nuestro próximo esfuerzo será garantizar un paro nacional total, con las reivindicaciones de la clase trabajadora, y con independientes política de la CTA de Micheli y la CGT de Moyano que lo convocan, y luchando para quebrar el boicot de la CTA oficialista (en la que está Suteba provincia).