Sindicales

5/12/2013|1296

Masivo bloque Multicolor en el congreso del Suteba

La Celeste, soldado de Capitanich

El viernes 29 se desarrolló el XXVII Congreso Ordinario de Suteba. La gran novedad fue el enorme progreso de la oposición antiburocrática de la Multicolor y los Suteba combativos, como resultado de las elecciones del 22 de mayo pasado. La Celeste K de Roberto Baradel tiene 324 congresales, y la Multicolor 148, más del doble que los años anteriores, un avance sustancial de la izquierda. La "bancada" de congresales de Tribuna Docente representa la cuarta parte del conjunto de la oposición.


Con más agudeza que otros años, esa composición se expresó en una ardua lucha, que en líneas generales definió dos posturas. La directiva K de Baradel planteó el apoyo al gobierno de CFK, proceso que declararon profundizar. La burocracia celeste defendió su integración al "diálogo social" del ex duhaldista Capitanich, y su sostenimiento del ajuste.


Los congresales de la izquierda y de los Suteba recuperados por la Multicolor plantearon la necesidad de romper con el gobierno y desenvolver un plan de lucha en defensa de las condiciones laborales, del salario y de la jubilación de los docentes, y de la educación pública.


Los congresales de Tribuna Docente plantearon que el Suteba debía retirarse de la mesa de diálogo social convocada por el gobierno junto con la burocracia sindical y las cámaras empresarias (bajo la batuta de la Iglesia), cuyo objetivo es hacer pasar el ajuste, la devaluación, los tarifazos, y paritarias a la baja, con topes del 20%. Plantearon que la crisis deben pagarla los capitalistas, y reclamaron la reapertura inmediata de las paritarias, por un salario que cubra la canasta familiar (indexado por inflación), entre otros reclamos.


El congreso mostró una burocracia desorientada, que no sabía cómo disfrazar, incluso ante su propia base, su política de subordinación al ajuste del gobierno cristinista luego de los acuerdos con Chevron, el pago ominoso a Repsol, la modificación reaccionaria del Código Civil en favor de la Iglesia, de las patronales y de la flexibilidad laboral, y la realidad de un salario deteriorado como nunca.


Baradel apeló permanentemente a la chicana, los insultos y las patoteadas para contrarrestar las denuncias y planteos antiburocráticos que calaban en muchos congresales celestes. Pretendieron dibujar que ellos también estaban contra el ajuste (la crítica remanida a Scioli). Sin embargo, las contradicciones no tardaron en expresarse en sus propias filas. Mientras la secretaria general de Merlo pidió que el congreso se solidarizara con ellos por los ataques, dijo, del fascista Othacehé, la del Nuevo Encuentro, de Sabbatella, una congresal de Lomas de Zamora, festejaba que una dirigente celeste había sido electa consejera escolar de Insaurralde.


El verso de la remanida "autonomía" se derritió como un cubito de hielo en medio del desierto ardiente.


Las contradicciones al interior de la Celeste son explosivas. En ese cuadro, el "sincericidio" de dos importantes dirigentes celestes en sus discursos, que dijeron que estaban en contra de las paritarias, fue algo más que un fallido. El congreso dejó claro que la lucha por quebrar los topes salariales a la baja, el ajuste de CFK y de Scioli y la degradación de la educación quedan en manos de los Suteba combativos y de la Multicolor. La realización de un plenario de delegados de escuela con mandato, con base en las seccionales combativas e invitando a los de toda la provincia, puede mostrar un enorme contraste con este congreso burocrático.