Con la presencia de más de 600 docentes provenientes de 19 provincias sesionó, el sábado 18, el Congreso Nacional de Tribuna Docente. Se votó por unanimidad transformar las paritarias en una lucha nacional que ponga en pie a los maestros y profesores de todo el  país para enfrentar la declaración de guerra de Macri-Vidal y de todos los gobernadores contra la escuela pública y contra los docentes.

El Congreso resolvió marchar a una lucha nacional, y exigirle a la Ctera que declare la huelga general por paritarias sin techo, una paritaria  nacional que organice y ponga en marcha una lucha de todos los docentes del país, por la renacionalización de la educación, para que el Estado nacional se haga cargo del sostenimiento del presupuesto nacional, por un salario básico nacional unificado de 15.000 pesos con todos los adicionales que correspondan, provincia por provincia, de acuerdo con sus peculiaridades, sin sumas en negro, por la defensa de los estatutos y de las jubilaciones docentes.

Entre los presentes estuvieron centenares de directivos y congresales de los principales gremios y seccionales recuperados del país (Sutebas multicolores, Ademys, Adosac, Aten, Amsafé-Rosario, seccionales de Unter recuperadas, activistas de Tierra del Fuego, delegados departamentales de Córdoba), congresales provinciales de la mayoría de las provincias asistentes y congresales nacionales de Ctera.

La apertura del Congreso estuvo a cargo de Néstor Pitrola, quien señaló que “ante el empantanamiento de la política de endeudamiento y ajuste, el gobierno de Macri ha lanzado una ofensiva en regla contra los trabajadores, lo que plantea madurar las condiciones de una irrupción de la clase obrera. El paro lanzado por la CGT marca que la Mesa de Concertación que acompaña despidos y tarifazos le ha estallado en las manos a la burocracia sindical.”

“La CGT y las CTA se pasan a un campo opositor, con una marcha y un paro sin fecha, lo que constituye un nuevo escenario para quienes luchamos por el triunfo de las luchas en curso. Desde este lugar planteamos el paro activo ya, por el triunfo de AGR-Clarín, por la paritaria docente y por todas las luchas del movimiento obrero”.

Romina Del Plá, secretaria general del Suteba Matanza, dió un informe sobre  la situación político-sindical que enfrentamos los trabajadores de la educación.

Estuvieron presentes también compañeros de AGR-Clarín, recibidos al grito de “unidad de los trabajadores”, y realizó una colecta para el fondo de apoyo a la lucha.

El Congreso definió, que el macrismo y los gobernadores de todos los signos han lanzado una ofensiva en regla contra la educación pública que pretende ser histórica. Se quiere imponer una paritaria de pobreza, de aumentos trimestrales de 4,5%, mucho menos que el 18 por ciento que presentan Vidal y compañía, y que se plantea como escenario para todo el movimiento obrero. La campaña de Macri, Vidal y los gobernadores incluye la eliminación de los convenios docentes, el salario por mérito, suprimir la estabilidad laboral, la reducción del presupuesto educativo, la eliminación de 1000 institutos de formación docente en todo el país, el desconocimiento de los regímenes jubilatorios docentes (bancados por cajas complementarias y aportes extra  de los trabajadores), la precarización de los cargos y la devaluación definitiva de la educación pública, a la que el ministro Esteban Bullrich calificó de “máquina de hacer chorizos”.

La decisión del macrismo de no convocar la paritaria nacional docente, a pedido también de todos los gobernadores (y que provocó la amenaza de la burocracia celeste de Ctera de ir a un paro si Bullrich insiste en esa postura),  es un paso en esa dirección de ataque a la educación. El gobierno utilizó el pedido de los gobernadores para sacarse una responsabilidad de encima, pero fundamentalmente para atacar a la organización sindical e intentar quebrar una lucha histórica de la docencia.

Otra de las consideraciones del Congreso fue subrayar que el levantamiento de la paritaria nacional es la consecuencia lógica de la política de 12 años del kirchnerismo, sostenida por la burocracia sindical yaskysta. El propósito de esta paritaria fue fijar el menor salario docente posible, desligar completamente al Estado nacional de su sostenimiento, y preparar las condiciones para que ese salario tienda a ser el techo en todas las paritarias provinciales, tal cual lo declararon varios gobernadores en los últimos días.

El Congreso rechazó la arbitrariedad de Macri y los gobernadores de avasallar la paritaria, pero repudió la política de entrega que la lista Celeste desenvuelve con el taparrabos de una  paritaria nacional que no es tal, dejando a los docentes de todo el país abandonados a su suerte en la lucha salarial y por las condiciones de trabajo y de la educación.

En esta orientación, el Congreso votó concurrir masivamente al Plenario Docente Opositor que se realizará el próximo 22 de febrero, y plantear allí el No Inicio de 48 horas el 6 y 7, y el paro de 24 horas del 8, exigiendo a Ctera que convoque a parar  ese día;  asambleas inmediatas para dar continuidad a un plan de lucha y la huelga general, si el macrismo y los gobernadores no dan respuesta a los reclamos.

Planteamos también   que ese plan de lucha se abrirá paso en manos de los sectores combativos de la docencia, y en la mayor independencia de la burocracia sindical K, que aún no ha convocado a ningún plan de acción, cuando el paro aislado con el que amenaza está condicionado a que el gobierno acceda a citarlos a una paritaria nacional completamente impotente.

El Congreso abordó el problema político que atraviesa la lucha paritaria y las elecciones de este año en todo el país: el “volveremos” del kirchnerismo sindical entraña una política de derrota, de adaptación al ajuste a la espera de la resurrección “nacional y popular”, cuando la docencia tuvo en los gobiernos kirchneristas un enemigo encarnizado de sus luchas. Que “Baradel se ponga a la cabeza” es una orientación seguidista de ciertas izquierdas. El punto es luchar desde los sindicatos de Ctera en el marco de la acción independiente del clasismo y de la lucha por una nueva dirección.

Foto: Javier Entrerriano