Un acatamiento masivo tuvo la primera medida del plan de lucha de los trabajadores de prensa por un aumento salarial del 30 por ciento y otras reivindicaciones, que consistió en el retiro de firmas en las ediciones de los diarios del viernes, sábado y domingo pasados. La medida tiene una importancia particular, porque es la primera en más de veinte años que se toma en forma conjunta en el sector de diarios, el que agrupa a la mayoría de los grandes medios de prensa. Página/12, Diario Popular, El Cronista, Tiempo Argentino, BAE, Crónica, La Nación, Ambito Financiero, El Argentino y Miradas al Sur, entre otros, salieron con ediciones donde prácticamente no hubo firmas de los periodistas.

En Perfil, donde la patronal anunció el cierre del diario Libre, a la medida se sumaron masivamente no sólo los compañeros del diario, sino también los de la revista Noticias. Pero el retiro alcanzó una relevancia mayor porque incluyó a los trabajadores de Clarín, la principal empresa de la rama y la más grande de todo el sector, la cual hace más de diez años que no tiene Comisión Interna. También sumó a trabajadores de agencias de noticias como DyN (de Clarín y La Nación) y de empresas punto com, como Infonews (del grupo Szpolski), entre otras. La base de esta masividad se asienta en dos triunfos logrados por el activismo del gremio y, en particular, por la Lista Naranja, la que batalló por ellos de manera sistemática: se le impuso a la conducción del sindicato (la UTPBA) una Comisión Paritaria, formada por delegados de base elegidos en asamblea, y el que, después de casi veinte años, volviera a funcionar el Cuerpo de Delegados. Estos cuerpos colectivos son lo que han garantizado la medida, la cual estuvo precedida por dos concentraciones frente al Ministerio de Trabajo y asambleas con paros en todas las redacciones. Esta lucha por la paritaria -que esta semana seguirá con paros parciales progresivos y otras medidas- se está convirtiendo en una referencia y un eje para el conjunto del gremio.

La dirección del sindicato ha evitado, hasta ahora, que se sumen los compañeros de las otras ramas (radio, televisión, agencias, punto com, revistas). No obstante, al plenario de delegados de diarios concurrieron las comisiones internas de varias de esas empresas, algunas de las cuales ya plantean sumarse al plan de lucha que está en marcha. Este proceso (el cual está marcando un camino de unidad de los trabajadores de prensa por encima de las ramas y de la adscripción política o de negocios de las patronales de prensa) también ha sepultado el miserable argumento de varios voceros K acerca de que el plan de lucha es “funcional” a los medios “hegemónicos” contra los “antihegemónicos” oficialistas. Este argumento es para esconder que, en realidad, a lo que le temen como a la peste es a la unidad de los trabajadores de prensa contra la política de unos y otros de aplastar los salarios. Sergio Szpolski -dueño del mayor multimedio K- ofreció un aumento menor al 20 por ciento, en cuatro cuotas para todo el año, y llamó a directivos de la cámara de diarios (AEDBA) dirigida por Clarín y La Nación para plantearles que había que mantenerse firme con el tema salarial. Raúl Olmos -dueño de Crónica y BAE- ofreció 15 por ciento de aumento para todo el año y todavía ni siquiera recibió a las comisiones internas para negociar, pese a que los acuerdos de 2011 se vencieron en diciembre pasado. Por su parte, la cámara dirigida por Clarín y La Nación ofreció el 15 por ciento para todo el año.

La misma miseria que los oficialistas. No hay diferencias entre unas  y otras patronales a la hora de enfrentar los reclamos de los trabajadores. La independencia respecto de las patronales y del gobierno es vital para el triunfo de la lucha de los trabajadores de prensa.