Mecca da vuelta plenario de la UOM y gana terreno

Comisión Interna

Luego de que el grupo Taranto abandonara la empresa a su suerte al no ejercer la opción de compra y después de imponer rebajas de sueldo y se propicien despidos y suspensiones, los trabajadores de Mecca (UOM Morón), en asamblea, resolvimos los siguientes puntos: luchar a fondo contra el cierre de la empresa y/o su quiebra fraudulenta, solicitar al Estado que se asegure el cobro de los salarios y que presione a las terminales -principalmente Fiat- para que nos den trabajo; montar una guardia en la planta las 24 horas, para abortar la posibilidad de que la patronal intente el vaciamiento y asegurar que la fábrica continúe produciendo.


En ese marco, se realizó una primera movilización al Ministerio de Trabajo el martes 20 de diciembre. Concurrieron más de 70 compañeros, entre los que también había delegados de distintas fábricas (Cintolo, Ochoteco, Calorex). La respuesta del ministerio fue más de lo mismo: remover expedientes y tirar todo para adelante.


El martes 27, con poco tiempo debido a la proximidad de los feriados -tanto estatal como judi-cial-, la asamblea mandato a la comisión interna para que planteara, en el congreso de delegados convocado para el día siguiente, el urgente tratamiento de la crisis de Mecca Castelar y solicitara que el cuerpo de delegados en su conjunto y la comisión directiva se sumaran a la lucha -hasta ese momento aislada. Luego de más de un año sin convocar a un congreso de delegados, vergonzosamente ese día la burocracia de la UOM puso como único punto del "orden del día" la expulsión del directivo de Mecca, en medio de una disputa faccional y de luchas por el poder. Con la autoridad ganada en la lucha, la comisión interna logró que se tratara el punto de Mecca, aun contra la reveladora posición del secretario general y sus secuaces, así como de la posición del mismísimo veedor del Ministerio de Trabajo, quien a los gritos sostenía: "Acá se va a tratar solamente el orden del día, ni un punto más". A pesar de la negativa de la directiva, con el apoyo de los delegados del congreso se llevaron a votación dos mociones alternativas: "la expulsión" o "que se discutan los problemas de los trabajadores", esta última fue que finalmente triunfó. Logramos cambiar el eje del plenario. Gran cantidad de delegados se expresaron en apoyo y decían fascinados: "Para esto debe servir un congreso".


Se hizo una larga exposición del conflicto y se logró lo siguiente: la movilización de todo el congreso de delegados en apoyo a nuestra lucha para el día 29; implementar un bono de financia-miento de la lucha para ser vendido en todas las fábricas; comenzar a recolectar alimentos no perecederos para ser usados en una probable toma de la fábrica y hasta se habló de una caja navideña solidaria. Durante el congreso, se repartieron más de 200 volantes explicando nuestra situación.


El día 29 nos movilizamos tres micros completos con compañeros de Mecca de todos los tumos, delegados de todas las fábricas y algunos directivos. El recorrido incluía el Ministerio de Trabajo, sede Alem, con corte de calle y una manifestación frente al Ministerio de Industria.


Luego de una agotadora jomada, en la que los obreros de Mecca demostraron su capacidad de lucha una vez más, se logró que el Estado subsidie parte de nuestro salario mediante la forma de Repro y en Industria se logró que Fiat nos entregue 80 toneladas de aluminio para comenzar a revertir la situación. Una victoria con todas las letras. La lucha de Mecca sienta un antecedente de unión de los trabajadores, de movilización consciente y organizada, y de revertir el carácter de los congresos de delegados de la seccional, al plantear los problemas reales de las fábricas y llamando a sus delegados a la acción concreta. Así se demostró para qué deben servir los sindicatos. Este es el método, muchas otras fábricas empezaron a plantear sus problemas, Mecca Castelar no es una isla en la UOM Morón. Vamos por un sindicato al servicio de los trabajadores.

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