Sindicales

16/10/2020

Mendoza: la cosecha en un marco de enorme crisis y desocupación

Vamos por salarios y condiciones de trabajo dignas a los obreros rurales

Las últimas semanas la noticia de la proximidad de la fechas del levante de la cosecha a ocupado un importante espacio de los diferentes medios locales. Los cuales vienen expresando la preocupación y el reclamo del arco patronal, principalmente el del sector bodeguero, que exigen protocolos que garanticen el ingreso de trabajadores golondrinas a la provincia.

Según los números de la patronal el número de trabajadores faltantes sería de al menos 15 mil obreros y obreras rurales para el trabajo del ajo, el damasco, durazno de los cuales harían falta a fines de octubre y mediados de noviembre; para la uva en febrero y marzo; y concluye con la cosecha de la nuez y la papa. De todas maneras el grueso de las cosechas van desde diciembre a marzo.

El dato que resalta fuertemente es la necesidad de convocar mano de obra en una provincia que registra la desocupación más alta en los últimos 16 años. Que aún con los datos amañados que toma el gobierno para hacer este tipo de análisis arroja una desocupación del 15,3%, es decir más de 69 mil trabajadores de toda la provincia.

Esta situación solo puede explicarse de una sola manera en la superexplotación laboral que realizan las patronales del campo en su conjunto. Que se sirven de los trabajadores golondrinas del norte del país, asechados por una pobreza aún mayor que la de Mendoza, sometiéndolos a prácticamente una esclavitud que obliga a familias enteras a migrar y vivir en condiciones inhumanas; y pagando miseria no solo a los golondrinas, sino a los obreros locales, con la total complicidad de la burocracia sindical.

En un año marcado por un enorme crecimiento de las ganancias de los bodegueros, fruto de un aumento en las exportaciones y la enorme devaluación, son los de este sector quienes más impulsan en reclamo de nuevos subsidios entre los que cuenta que los obreros rurales puedan recibir los beneficios como los programas sociales, y así utilizarlo como subsidio indirecto para solventar sus propios gastos, política que ya viene siendo reclamada por intendentes locales, como el de San Martín, que pide que la cosecha se levante totalmente con obreros locales bajo esta última modalidad, para no tener que cubrir ningún costo operativo de traslado y sanidad que reclaman los protocolos para hacer llegar trabajadores golondrinas.

Esta situación se replica en varias partes del país como es el caso de Río Negro y Neuquén, donde pretenden utilizar los trabajadores migrantes para contra restar la enorme lucha de los obreros locales para imponer el pago de la zona desfavorable, campaña que ha cobrado una enorme organización entre los trabajadores de la fruta.

En esta perspectiva cobra vital importancia la necesidad de poner en agenda urgente los salarios y las condiciones de trabajo para levantar cualquiera de las cosechas, ante un intento de la patronal de imponer condiciones precarizadoras bajo pretexto de la crisis actual luego de levantar millones de dólares. Así mismo se debe rechazar de plano cualquier tipo de trabajo esclavizante para los trabajadores que llegue o no de otras provincias buscando generar un ingreso en la temporada, así como también la aplicación de protocolos que garanticen el cuidado y la salud de los trabajadores.

Para esto pedidos la implementación de salarios bajo convenios colectivos de trabajo igual al costo de la canasta básica familiar, aumento de emergencia del 40% al salario ya, subsidio intercosecha, reparto de horas sin afectar el salario para garantizar el trabajo de todos los compañeros y compañeras desocupadas, en el camino a la organización de un gran frente de trabajadores rurales que imponga una salida a la crisis con un programa propio de la clase trabajadora contra el lucro de las patronales negreras de las grandes bodegueras y los patronales del campo.