Sindicales

4/2/2021

Mendoza: la “segunda ola” de la lucha de salud

Del 3 al 5 de febrero se lleva adelante un paro por parte de las y los trabajadores precarizados de la salud. La acción fue resuelta en la asamblea interhospitalaria, que viene funcionando regularmente desde 2020. Como parte de este mandato, Sitea comunicó el paro al gobierno provincial y las autoridades del Ministerio de Salud, al mismo tiempo que se puso a militar el éxito de la medida votada por los trabajadores.

A un año de iniciada la pandemia y en vísperas de la segunda ola, la situación laboral y salarial de los trabajadores de la salud ha retrocedido fuertemente, especialmente los precarizados. Quienes estuvieron al frente de los servicios críticos de Covid-19 tienen el sueldo congelado en $21.000. Quienes salvan vidas tienen salarios de indigencia. ¡Peor aún, muchos tienen atrasados el cobro de sus salarios hasta 6 meses!

ATE y Ampros, en sus respectivos regímenes laborales, firmaron un acuerdo salarial a la baja y con montos en negro que excluye expresamente a los trabajadores precarizados. La intención del gobierno era mantener congelados los salarios desde octubre de 2019.

De los pases a planta anunciados con bombos y platillos en junio del 2020 todavía no hay efectivizado ninguno.

El primer paro, un gran paro

La adhesión al paro es contundente, incluso contra las amenazas de despidos por parte de la burocracia y del gobierno. En el Hospital Central la adhesión es del 100%. En los demás hospitales ronda el 60/70%. El gobierno tomó nota y al mediodía de la primera jornada de paro hizo el anuncio de un aumento salarial del 10% desde marzo. Una miseria, pero acusa el golpe recibido.

Esta es la primera vez que los trabajadores precarizados bajo la figura de prestación de servicio van a la huelga, se trata de un salto en la profundidad de las medidas. La asamblea, la movilización y la huelga, herramientas de deliberación y acción en unidad de la clase trabajadora, son los pilares de un gran movimiento de lucha que va creciendo desde la base. No es casualidad que el agrupamiento que lidera Raquel Blas (antes La Naranja, ahora en Sitea) empalme de lleno con este proceso, se trata de la recomposición del activismo y la organización sindical de base. Es decir, el proceso contrario que llevo adelante en los últimos 5 años la burocracia a pedido de Cornejo primero y ahora Suarez.

La unidad de los que luchan

La salud mendocina no es la excepción sino la regla, tanto para demás sectores de trabajadores de Mendoza como para todo el país. Todos los que gobernaron las provincias y la nación en las últimas décadas han puesto su grano de arena para reducir el “déficit fiscal” -como pide el FMI- a costa de la población trabajadora.

A la luz de la actitud que tomó cada dirección sindical frente a la paritaria de hambre de Rodolfo Suarez y el estallido del “Frente de unidad estatal”, está planteado poner en pie una verdadera unidad de los estatales. Esta no puede ser de otra forma que por la base, mediante la deliberación y acción común por el salario, el pase a planta y sobre todo defendiendo la independencia política de los trabajadores frente a cualquier gobierno.

Esta planta la necesidad y urgencia de impulsar un plenario de delegados y activistas de base de todos los trabajadores estatales. Con esta perspectiva afronta el comienzo de año la Coordinadora Sindical Clasista.

Con base en estas batallas nos preparamos para el Encuentro Nacional de trabajadores de la salud, convocado por la agrupación Tribuna de Salud, que tiene por objetivo sentar las bases de una lucha unificada en todo el país en defensa de la salud pública, por el salario y condiciones laborales y establecer un programa propio de los trabajadores de salida a la crisis sanitaria y económica.