Sindicales

3/11/2020

Mendoza: ningún obrero del ajo en la pobreza

Rechazamos los salarios de miseria previstos para los trabajadores del ajo.

En los últimos días comenzó la cosecha de ajo con serias dificultades para cubrir la cantidad de obreros necesarios. Ocurre que el pago de la jornada, a destajo, se mantiene en los valores del año pasado mientras que el precio internacional del ajo ha experimentado un fuerte ascenso. Por otro lado, los exportadores se han visto fuertemente beneficiados por la devaluación, licuando sus costos en pesos y ampliando su rentabilidad en dólares.

Las y los trabajadores rurales denuncian que el precio por surco es de $130 -un obrero experimentado puede hacer en un día hasta 10 surcos-, mientras el sueldo es de $100 la hora para un trabajo sumamente pesado y sacrificado. La cortada está en valores de $40 la bolsa de 10 kilos y la deschalada a $45 la bolsa de 15 kilos, manteniéndose los valores del año pasado con una inflación imparable. De esta forma, la confiscación del salario está garantizando una suba extraordinaria de la rentabilidad del ajo.

Las grandes patronales abocadas al rubro vienen exigiéndole al gobierno que busque vías para evitar que sean ellos los que tengan que hacer el desembolso del pago de jornales, a lo que el gobierno ha respondido con un programa de “capacitación e inserción laboral” que es la convalidación del ajuste reclamado, ya que en la misma web del gobierno se aclara que el pago de jornales es de hasta $1.300 diarios, detallando que el mismo trabajo es a destajo.

Esta situación muestra grandes contrastes. Por un lado, 4 o 5 grandes empresarios exportadores prevén importantes ganancias por encima de la media de años anteriores. Con el kilo de ajo rondando los U$S 2 (hoy $188 pesos) en el mercado internacional, lo pagarán a $30 máximo en las chacras.

En este cuadro, los obreros rurales están por debajo de la canasta básica de alimentos, es decir que tiene que lomear de sol a sol para que un puñado de empresarios se llene los bolsillos mientras ellos no pueden garantizar lo mínimo indispensable en sus hogares.

Rechazamos los salarios de miseria previstos para los trabajadores del ajo y reclamamos un aumento en los valores de las cortadas llevando a $80 la bolsa de 10 kilos y la deschalada a $90, es decir un aumento del 100% en los salarios, así como también la registración de los trabajadores para ser incluidos en el plan intercosecha que garantice ingresos en los meses sin cosecha.

A esta campaña llamamos a sumarse al conjunto de los trabajadores abocados al rubro para que la crisis no la paguen quienes viven de su fuerza de trabajo.