Por tercera semana consecutiva las y los trabajadores de la salud, especialmente licenciados en enfermería, se concentraron frente a la Casa de Gobierno el miércoles 7 para exigir respuestas al gobierno de Rodolfo Suárez sobre la precariedad laboral, el congelamiento salarial y el desconocimiento del título universitario.

Los trabajadores vienen siendo ninguneados por el gobierno y no se les concedió ni una reunión, mucho menos una respuesta a los reclamos, lo que ha llevado a que semana a semana crezca la convocatoria y adhesión a las medidas. Ya se están convocando las próximas asambleas por hospital e interhospitalarias para definir los pasos a seguir.

Estamos ante un gobierno que de ninguna manera es fuerte o inquebrantable. La reculada en chancletas con la “ley cianuro” en diciembre y ahora con el borrador de la privatista ley de educación, son la demostración de que con una acción contundente y sistemática en las calles los trabajadores podemos derrotar las medidas de ajuste.

Si esto no ocurre aún y el gobierno logra hacer pasar el ajuste en los salarios y condiciones laborales, es por el rol que han jugado las burocracias de los sindicatos estatales durante los últimos 5 años, firmando paritarias a la baja sin chistar y hasta persiguiendo a quienes pretendían organizarse y reclamar. Ahora algunos de estos sindicatos han tenido que desempolvar las banderas por la presión de las bases, que ya no aguantan más trabajar extensas jornadas por salarios de indigencia o de pobreza, según el caso, y que se organizan de forma autoconvocada.

Nos jugamos a fondo en reforzar esta lucha y las asambleas como el espacio genuino de deliberación y resolución de los trabajadores. Sigamos redoblando la organización y la contundencia de las medidas, sin bajar nunca los brazos, y sumando a cada vez más compañeros en este camino, construyendo el paro provincial que tanto necesitamos.