Sindicales

21/6/2020

Mendoza: primer round contra el ataque al salario y el aguinaldo

Las jornadas del 16 y 18, con importante presencia de trabajadores de la educación, muestran que es posible vencer el ajuste de Rodolfo Suárez.

La segunda semana de junio ha estado marcada, en Mendoza, por la reacción de los trabajadores y de algunas direcciones sindicales al ataque que significa para el bolsillo el pago del aguinaldo desde septiembre y en cuotas.


En las acciones en este sentido, han empezado a tener protagonismo los trabajadores y trabajadoras de la educación .


La jornada del 16


Luego de una semana de asambleas por escuela y un debate de posiciones tanto en los plenarios departamentales como al interior de la conducción del gremio, el martes 16 trabajadores de la educación nos movilizamos con el Sindicato de Trabajadores Estatales Autoconvocados (Sitea), el Polo Obrero Municipales, artistas y luchadores autoconvocados de la salud (quienes vienen de ganar 2.100 pases a planta, a pesar de los aprietes de la patronal y la burocracia sindical). Se realizó un acto importante frente a Casa de Gobierno, como parte de la iniciativa nacional de lucha del sindicalismo combativo que fue impulsada en la provincia por la Coordinadora Sindical Clasista, y a la que también adhirió ATSA Mendoza (sanidad).


La participación de docentes y celadores en la provincia corrió por cuenta de la seccional del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (Sute) de Las Heras, que previamente venía de una acción de lucha y visibilización en su departamento, y de la seccional Luján. Pero también fue discutida la jornada en los plenarios departamentales de Guaymallén, Ciudad y la Zona Este, desde donde distintos delegados se movilizaron a pesar de que no fueron acompañados por la dirección de sus seccionales. También se sumaron a la jornada los compañeros de la Agrupación 9 de abril, que comparten la directiva del gremio con nuestra agrupación Tribuna Docente -aunque con una posición ambigua, ya que solo se limitaron a asistir a Casa de Gobierno, pero no llevaron la discusión ni a las bases del gremio ni al interior del secretariado provincial.



El hecho que solo Tribuna Docente haya estado a la cabeza de impulsar una acción de lucha independiente el día 16 abre un enorme debate al interior del Sute y de su activismo, sobre la dirección que va a tomar el gremio de los educadores en el medio de una dura lucha contra el gobierno de Rodolfo Suárez -el mandatario, confiado por el paraguas que le sostiene el gobierno nacional para pagar la deuda, sigue mirando para otro lado frente al contundente reclamo de que llame a paritarias. Un debate que, ante todo, debe tener en cuenta que la jornada tuvo una significación por partida doble, ya que no solo fue una acción de lucha contra los planes del gobierno, sino que también fue una enorme movilización nacional de trabajadores de la educación que están dando la batalla contra la clásica entrega de Ctera al Ejecutivo nacional. La conducción de la confederación nacional docente no solo está integrada al gobierno de Alberto Fernández, sino que es cómplice del ajuste de Suárez pese a posar de opositora en la provincia.


La jornada del 18


El jueves 18 hubo un apagón virtual (paro) contundente, por parte de la docencia mendocina en todos los niveles, mostrando el enorme descontento que crece en todas las escuelas e institutos de nivel superior. Esto fue acompañado por la mañana por una caravana por las calles mendocinas que había convocado el Frente de Unidad Estatal, y que finalizó con un nuevo acto en Casa de Gobierno que fue realizado en soledad por el Sute -ya que los otros gremios del frente, excusándose en las restricciones de cuarentena que había anunciado el gobernador el día anterior, se bajaron antes de subirse.


No es la primera vez que este “frente de unidad estatal” se desvanece antes de arrancar, ya que es imposible establecer una unidad con las burocracias sindicales que tienen cuantiosos vínculos, ya sea con el gobierno provincial como con el gobierno nacional. Lo único que han hecho en unidad fue firmar una paritaria en la medida del ex gobernador Alfredo Cornejo en diciembre del 2018 y un par de movilizaciones aisladas, más para descomprimir el descontento de la base que para marcar una perspectiva de lucha a las y los del trabajadores del Estado.


Podemos ganar


Este primer round en la lucha por el aguinaldo y el salario se llevó adelante pese al desmedido operativo policial contra ambas acciones. Lejos de amedrentar a quienes nos movilizábamos, los operativos demostraron un temor y una actitud defensiva del gobierno provincial a las expresiones de lucha. En la memoria de Suárez y sus funcionarios todavía está fresco el recuerdo de las jornadas de diciembre, cuando vieron cómo el pueblo movilizado podía derrotar los planes del oficialismo, la oposición cómplice y enormes y poderosas empresas como son las megamineras.


Para lograr que este gobierno pague el aguinaldo y llame a paritarias, que sería en los hechos una verdadera política para cuidar la salud y la educación pública de la provincia, tenemos que ser conscientes de que no es un problema de que “se sienten a dialogar”. Lo que estamos enfrentando es una política de todo el régimen, que ha establecido que la prioridad número uno de Mendoza y Argentina es pagar la deuda externa, y para hacerlo no duda en meter mano a los bolsillos ya muy golpeados de las trabajadoras y trabajadores, empezando por los que dependen del Estado.


Resulta fundamental el estado de asamblea y movilización permanente, multiplicando las acciones por escuela, por zona, departamentales y centrales. Necesitamos despertar la confianza de todos los trabajadores y trabajadoras de la educación de Mendoza de que podemos ganarle a este gobierno prepotente, pero débil.


Esta es una batalla imposible si no es en unidad con todas y todos los trabajadores de la industria y los servicios. Para ello hay que abrir todas las instancias de deliberación y coordinación desde las bases y avanzar en organización y en la convocatoria de un plenario de delegados de base de todos los sindicatos, de ocupados y desocupados, que discuta y resuelva un plan de lucha para imponer los intereses del pueblo trabajador.