El gobierno de Mendoza inició el 3 de noviembre una campaña de difusión de supuestos “beneficios” otorgados al personal de salud durante la pandemia. Un circo montado con publicidad en redes sociales y hasta conferencia de prensa, tratando de llevar para su lado la opinión pública en relación a la lucha de los trabajadores de la salud.
Para el día siguiente estaba anunciada la instalación del acampe (¿casualidad?) que, a pesar de los intentos del gobierno, recibió un enorme apoyo por parte de la población mendocina en general.

La publicación en la página de Facebook oficial de Mendoza Gobierno no pasó desapercibida. Una catarata de comentarios de trabajadoras y trabajadores de la salud fue respondiendo cada una de las mentiras del comunicado, enumerando los reclamos y dejando claro que lo poco que sí se hizo, no son beneficios sino derechos que desde el gobierno se estaban -están- vulnerando.

Solo para citar dos ejemplos, el gobierno considera “beneficios” al personal de salud haber comprado elementos de protección personal y haberle dado cobertura de Obra Social a los precarizados. Parece broma, pero no lo es.

La mecha está encendida. El descontento y la bronca inundan los pasillos de los hospitales y centros de salud. Las redes sociales son solo una caja de resonancia de eso. Sigamos por el camino de la organización y la lucha, seamos cada vez más en las calles y mostremos a Suárez que los trabajadores no comemos vidrio -ni aplausos- y vamos a seguir en la pelea hasta conquistar nuestros derechos.