Sindicales

7/5/2020

Mientras crece la pandemia, 82% de trabajadores de la industria cordobesa deberán volver a la actividad

El 82% de las y los trabajadores del conjunto de la industria de Córdoba volverá a trabajar la semana que viene, ya que el gobierno de Juan Schiaretti resolvió habilitar 250 empresas, sin reparar en qué zonas están ubicadas.


La resolución se toma en momentos en que la pandemia tiene un curso ascendente, con circulación comunitaria en el gran Córdoba. El 60 % de las fábricas habilitadas están ubicadas en la ciudad capital, en donde se concentran la mayoría de casos de Covid-19.


Cínicamente, el vicegobernador Manuel Calvo acompañó el anuncio de esta medida con declaraciones sobre que “nuestra principal preocupación es garantizar las medidas sanitarias y resguardar la salud de todos los cordobeses”.


Ya en los últimos días, las presiones por volver a la actividad por parte de intendentes del interior provincial (radicales y PJ-kirchneristas) habían logrado que ciudades consideradas zonas rojas pase a ser señaladas blancas; entre las poblaciones que cambiaron de color, se encuentran las importantes ciudades de Jesús María y Río Cuarto. La habilitación masiva de industrias es un paso más en una política de levantar la cuarentena, respondiendo a las demandas de las patronales de la provincia y pisoteando la salud y las vidas de la clase obrera.


La vuelta a la producción no viene, por lo demás, a frenar la política de rebajas salariales acordada entre el gobierno, las patronales y la burocracia; por el contrario, confluye con ella. Junto a la defensa de su salud, la lucha por defender el sueldo es una de los principales desafíos que tiene la clase obrera por delante.


Es en ese sentido que se destaca la pelea librada por las y los municipales de Jesús María, que lograron derrotar la acción represiva del gobierno local y provincial y la justicia, y frenaron un recorte salarial.


Es necesario seguir su ejemplo, generalizando la acción independiente de la clase obrera. Vamos por la puesta en pie de comités de higiene y salubridad, en defensa del salario y la salud, para  derrotar los planes contra la clase obrera y que la crisis la paguen los capitalistas.