Luego de más de 40 días de haberse iniciado el conflicto por los despidos en el Ministerio de Educación, la Junta Interna de ATE levantó el “paro por tiempo indeterminado” de la misma forma que lo había convocado: por mail.

 

Ocurre que el paro actuó como una mascarada para hacer de cuenta que luchan. Pero al haberse convocado sin asambleas, y no nutrirlo con medidas de lucha, resultó inocuo para los objetivos que se proponía. Hasta había delegados que trabajaban durante los días de paro. Luego de más de un mes de esta medida los resultados están a la vista: 6 reincorporaciones, conseguidas por presión de coordinadores y no con una instancia de negociación.

 

El conflicto, iniciado por el despido de 400 trabajadores del Ministerio y de 2600 tutores virtuales, cobró notoriedad a partir de la ocupación de unos de los edificios, lo que provocó que inmediatamente UPCN tuviera que anunciar que los funcionarios habían dado marcha atrás con 200 de los 400 despidos de las sedes del Ministerio.

 

Tribuna Estatal propuso en ese momento sostener la toma por tiempo indeterminado (fin de año incluido) dado lo contundente de sus resultados. A partir de allí, las burocracias de ATE y Ctera se ocuparon de desangrar el conflicto. Operaron digitando las medidas de lucha, generalmente alejándolas de una confrontación al interior de la sede ministerial, priorizando medidas de impacto mediático. La disposición de lucha de los compañeros obligó al gobierno macrista a un nuevo recule: la derogación de las resoluciones que anulaban el programa “Nuestra Escuela” por la continuidad de los cursos ya existentes y el compromiso de mantener esos trabajos por lo que duren esos cursos. 

 

Para ese momento, UPCN, que también había decretado el paro por tiempo indeterminado, con cierta adhesión de sectores que dominan, anunció que había reincorporado al 75% de los afiliados de UPCN que quedaban por reinstalar. Una elucubración para evitar decir que se trataba de 20 reincorporaciones sobre 200 pendientes. Levantado el paro, dieron por concluida su participación en el conflicto.

 

Con las primeras notificaciones efectivas a los despedidos, las reservas de lucha se pusieron a la vista: se ocuparon los despachos de funcionarios por dos días consecutivos exigiendo la reincorporación del 100% de los compañeros.

 

Luego de ello, ATE volvió a encauzar el conflicto con medidas testimoniales (movilización a Cancillería) y luego, directamente, abandonó las medidas.

 

La confesión de que dan por concluida la lucha está explicitada en su último comunicado: “Todas las conquistas del pueblo trabajador son conquistas parciales, por eso lo único permanente es la lucha por nuestros derechos y por nuestra dignidad como laburantes y garantes del derecho social a la Educación.”

 

Pretender que en la paritaria docente Ctera puede lograr más reincorporaciones abona a esta confesión: se trata de otro gremio, en una paritaria que está en cuestión y que centrará su atención en el pacto que Macri y los gobernadores pretenden llevar adelante para imponer un techo paritario del 18%.

 

Los distintos recules que el gobierno realizó demuestran que se podía y se puede doblegar por completo a la patronal. Los últimos 15 días de febrero son cruciales para la organización de una comisión de despedidos independiente que lleve adelante esta lucha.