A más de 10 días de haberse iniciado el conflicto por los 3.000 despidos del Ministerio de Educación, la lucha por las reincorporaciones atraviesa un impasse. Es que la Junta Interna de ATE logró ahogar la enorme predisposición a la lucha existente en los trabajadores, con maniobras burocráticas.

 

Luego del abrazo con impronta K y de haber levantado la asamblea, la Junta Interna pretendió posar de combativa decretando un paro por tiempo indeterminado y una agenda de medidas “creativas”.

 

El paro no es organizado por los delegados y queda en la voluntad individual de los compañeros llevarlo adelante. La falta de asambleas atomiza a los trabajadores que quieren luchar. Para peor, hay casos de delegados que siguieron trabajando a pesar del paro.

 

A la agenda de actividades, que presentan como “plan de lucha”, se le pretendió dar un barniz democrático mediante una asamblea de tutores en ATE Capital, en donde hasta se le censuró el voto a los cursantes. Pero los trabajadores del Ministerio prácticamente ni se enteraron de esta instancia.

 

Las reuniones con funcionarios son conocidas a través de los medios de comunicación. No hay interés en ATE en movilizarse en torno a ellas. Ante el desplante patronal por querer recibir sólo a sindicatos docentes y no estatales, no motivó una respuesta de lucha por parte de ATE.

 

La incertidumbre que genera no conocer el listado de despedidos contribuye a esta desorganización. Una comisión de despedidos podría reavivar la lucha en el Ministerio.

 

Desde Tribuna Estatal y Tribuna Docente, participamos de estas actividades señalando los límites que acarrean y planteando la necesidad de retomar con las asambleas generales. La falta de plenarios de ATE Capital da cuenta que no pretenden dar una lucha de conjunto, a pesar de que cada vez hay más dependencias con despidos. Necesitamos asambleas y plenarios para retomar la lucha por la reincorporación de todos los despedidos del Estado.