Sindicales

10/9/2018

Ministerio de Trabajo: desjerarquización y desguace

El 12, paremos el Estado.

La reducción del Ministerio de Trabajo a una secretaría dentro del Ministerio de la Producción implica una desjerarquización apuntada a colocar las cuestiones laborales y los conflictos como una problemática dentro de la agenda de los empresarios y las patronales. A su vez, prepara el relanzamiento de la reforma laboral, cuya exigencia ha sido ratificada por el FMI y que forma parte del “diálogo” entre el Gobierno y la CGT. No obstante, el ministerio a cargo de Jorge Triaca ya actuaba como ariete anti obrero, por ejemplo, al no considerar como conflictos sindicales los despidos en AGR o el INTI y atacando a las organizaciones obreras, como las multas millonarias aplicadas a Camioneros, Suteba y ATE, y la purga de organizaciones gremiales simplemente inscriptas (personería del Subte).


La reducción de ministerios irá acompañada además de una reducción presupuestaria, lo cual implica despidos masivos sobre la base de la extendida precarización laboral presente en todo el Estado, así como el cierre de programas y líneas de trabajo. Este ajuste en el presupuesto es parte de las negociaciones con la oposición para la aprobación del Presupuesto 2019.


Otro aspecto de la desjerarquización del Ministerio de Trabajo es el pase del área de la Seguridad Social a la órbita del Ministerio de Desarrollo Social, comandado por Carolina Stanley, que apunta a consolidar la cancelación del concepto de la jubilación como salario diferido y reasignarla a la esfera de la asistencia social. Se trata de la antesala de una nueva reforma jubilatoria.


Acto


El pasado viernes se realizó un multitudinario acto en las puertas de Alem 650, ex Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, convocado por la Junta Interna de ATE, bajo el lema “Trabajo no se toca”. Participaron unos 300 trabajadores del Ministerio, así como una importante cantidad de organizaciones sociales y políticas que acompañaron la convocatoria. También se hicieron presentes figuras vinculadas al kirchnerismo, como Héctor y Mariano Recalde y el ex ministro Carlos Tomada.



Desde el escenario, el delegado General de ATE Trabajo, Hernán Izurieta, llamó a la “unidad” sin establecer ninguna delimitación con la conducción Verde y Blanca de ATE Capital, ultra K, representada por Daniel Catalano y Humberto Rodríguez, secretarios General y Adjunto respectivamente, allí presentes. A su turno, Catalano se arrogó ser el sector que “resiste la embestida de Triaca y del Gobierno”, cuando vienen de abandonar la permanencia en Agroindustria y darle la espalda a conflictos como el del INTI, entre otros. La política de contención que ejerce el kirchnerismo sindical es tributaria de sostener al gobierno hasta que finalice su mandato, es decir, a que avance su plan de guerra.


El acto fue el escenario para un blanqueo del kirchnerismo. El amigo de Pedraza, Carlos Tomada, quien dirigió ese ministerio durante 12 años en férrea unidad con la burocracia sindical, habló de los despidos sin hacer referencia a la precarización laboral que su gestión dejó en el Ministerio y en todo el Estado. En ese entonces, “el punto de vista de la patronal” también estaba presente en el Ministerio a través de los nac&pop. Por otra parte, el cuestionamiento de los K al pase de la Seguridad Social al Ministerio de Desarrollo Social ignora la política sostenida por el kirchnerismo de no restablecer los aportes patronales, el extendido trabajo en negro, e incluso el veto de CFK a la ley que establecía el 82% de la jubilación mínima atada al salario mínimo.


La defensa de las “políticas públicas” no debe confundirse con el rescate de una experiencia política agotada.  


Paro activo y plan de lucha


Mientras Triaca y las autoridades no dan respuesta sobre la continuidad de los puestos de trabajo, entre los trabajadores crece la incertidumbre pero también la predisposición de lucha: una importante asamblea votó acciones de lucha, entre ellas, el acto realizado el viernes, una nueva asamblea con un llamamiento a UPCN y la preparación del paro nacional de ATE del 12 de septiembre.


El paro de la CGT y las CTAs, previsto para el 24 y 25, no se corresponde con una ofensiva que se desarrolla por horas. El paro nacional del 12 es la oportunidad para que una movilización a Plaza de Mayo, incluso superior a la del 24 de febrero de 2016, constituya un reagrupamiento de fuerzas de los estatales e imponga no solo la defensa de los puestos de trabajo sino que coloque en la agenda la reapertura de las paritarias. Esto plantea la necesidad de un plenario metropolitano de estatales que vote un plan de lucha para el conjunto de los Ministerio.


El plenario del sindicalismo combativo (el “plenario de Lanús”) del próximo 15 de septiembre abordará el desafío de superar la política de las direcciones sindicales para impulsar la lucha contra el plan de guerra de Macri y los Gobernares en el Estado.


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