La unidad de los tareferos, la deliberación y la coordinación de las luchas en la zona yerbatera son imprescindibles para poner fin al trabajo precarizado (esclavo en algunos casos). Pero la unidad debe darse sobre la base de la independencia política de los patrones, ya que con estos hay intereses contrapuestos: ellos quieren obtener la mayor renta posible de sus tierras, lo que es la causa de las pésimas condiciones laborales.

La relación del gobierno con los patrones quedó de manifiesto en los cortes de ruta por el aumento del precio de la hoja verde, donde el gobernador Closs dio el respaldo a 'la causa' (el precio que reciben los patrones), aunque aclaró que no compartía los métodos. Recordemos que cuando los tareferos se manifestaban por trabajo en el interzafra, el mismo gobernador atacó a los trabajadores, como también los atacaron los patrones.

La posición del gobierno nacional se evidenció en la incapacidad de la Secretaría de Comercio, que ni siquiera pudo sostener el precio de la yerba en las góndolas hasta cerrar las paritarias, teniendo que capitular ante los especuladores, negociando con los pulpos yerbateros. La respuesta del gobierno a la precariedad laboral se limita a la sanción de nuevas leyes (las cuales siguen discriminando a los trabajadores rurales), cuando ni siquiera podía hacer cumplir los artículos favorables a los trabajadores de las leyes que ya estaban sancionadas. El trabajo en negro sigue siendo el que predomina en los yerbatales.

Afuera del encuentro quedaron los sectores que venían luchando, en un principio por las reivindicaciones laborales, para después -con la orientación política de la CTA Micheli- privilegiar antes de los reclamos de los trabajadores, los de los productores y -antes de éstos- a los pulpos yerbateros. De poco vale el lamento del secretario adjunto de la CTA Misiones por aplicar la misma política patronal que viene aplicando hace años, si a la hora de reaccionar, ante el encuentro nacional con un contra-encuentro, el candidato a intendente por Proyecto Sur sentenció que "lo mejor que le puede pasar a los trabajadores es mantener su autonomía de los sectores políticos partidarios, para construir una organización autónoma de cualquier expresión de ese tipo", es decir, el problema sería la forma en la que se organizan (a través de un partido) y no la política de colaboración de clases que se lleva adelante (revistasuperficie.com.ar). En el temario del contra-encuentro, uno de los tres temas a tratar fue el mantenimiento de yerbatales -es decir una problemática de la patronal.

La única forma de terminar con la precariedad e inestabilidad laboral de los peones rurales es cortando los lazos con las políticas ligadas a los patrones y organizándose con el resto de los trabajadores, para conseguir un salario igual a la canasta familiar por jornadas de ocho horas.