Sindicales

24/3/1994|414

Misiones es un polvorín

Los campesinos vienen protagoni­zando desde hace ya un mes una gran movilización. Desde fines de febrero, los colonos de Puerto Rico —a 200 km al norte de Posadas— abandonaron sus tierras e instalaron ollas populares al cos­tado de las rutas, que intermitentemente bloquean; en los últimos días, realizaron un “entierro “simbólico de sus cosechas. La movilización campesina se ha extendi­do a toda la provincia: en Capiovi, Campo Grande, Apóstoles, Azara, Gobernador Roca y Jardín América, se repiten las movilizaciones y cortes de rutas.


En Misiones, como en todo el Nordes­te, la presión fiscal sobre los pequeños productores, el monopolio de los grandes pulpos comercializadores, el endeuda­miento de los productores y la falta de crédito bancario han creado una situación explosiva.


“Tenemos CUIT pero no tenemos para comer”, denuncian los productores misioneros. Como en el vecino Paraguay, los campesinos son esquilmados por un puñado de pulpos comercializadores: Molinos, Rosamonte, los Navajas Artaza y… Ramón Puerta, gobernador de la provincia y uno de los mayores acopiado- res misioneros. Los productores reciben sólo 8 centavos por cada kilo de yerba que se vende en el mostrador; el resto se lo embolsan tos acopladores. Anualmen­te, los pulpos comercializadores “levan­tan” unos 450 millones de dólares, mien­tras los 35.000 productores deben “re­partirse” 55 millones.


“No hay que Ir a Chiapas y a Para­guay: acá tenemos los mismos proble­mas y no nos dan bola. Estamos en pie de guerra —declara un dirigente de los campesinos—, somos campesinos y nos matan de hambre” (Página 12,17/3).


En todo el Nordeste, los campesinos; en el Noroeste, los docentes y los em­pleados públicos; en todos lados los des­ocupados. Al “norte de Rosarlo”, la Ar­gentina es un gigantesco polvorín social.