Con la participación de más de 500 productores apícolas de 10 provincias, sesionó en General Pico la segunda asamblea nacional de productores apícolas.

La Unión Europea cerró sus importaciones de miel argentina, después de haberse encontrado un residuo en niveles no tolerados. Los apicultores independientes denuncian que esta crisis está siendo utilizada por los exportadores, que ahora compran el producto a precios irrisorios. Denunciaron también que el Senasa actuaba en defensa de éstos y los acopiadores, al autorizar a un único laboratorio (que sería de funcionarios del organismo oficial) a hacer los test de detección del residuo, y que los productores no tienen ninguna participación en el control de los organismos ni de los procesos de análisis sobre sus productos. También se planteó la necesidad de una indemnización a los productores por las pérdidas millonarias sufridas. El 7 de mayo se movilizaron a la Casa Rosada exigiendo respuestas. Sólo los atendieron en la mesa de entradas y hasta el día de hoy su pedido fue cajoneado.

Los productores apícolas son en su mayoría familias que han invertido su pequeño capital en este negocio. Ahora, a partir de la crisis y de la última asamblea constituyeron una asociación sólo de pequeños productores, ya que en las demás asociaciones se mezclan exportadores, acopiadores y vendedores de insumos, todos interesados de alguna forma en vivir a cuesta del productor.

Después de la primera movilización de 600 apicultores, resuelta en la primer asamblea realizada en Marcos Paz, ahora en General Pico se resolvió que el día 23 de junio la Plaza de Mayo se llenará de productores apícolas hasta recibir respuestas.