Desde hace varias semanas, los trabajadores del Teatro Colón, de los distintos elencos artísticos y el personal técnico, vienen realizando una serie de medidas de lucha (el ‘abrazo’ al teatro, volanteadas, actuaciones callejeras).

Denuncian que de los 1.100 trabajadores de la casa, 400 están completamente precarizados. Rodríguez Giavarini, secretario de Hacienda de De La Rúa, impuso la norma de “contratos de locación de servicios”. Como si fueran cuentapropistas, están obligados a ‘facturar’ su trabajo; no gozan de beneficios previsionales o indemnizatorios. Es­tos compañeros están sin cobrar desde enero.

Al mismo tiempo, los trabajadores del Colón denuncian que la dirección del teatro relega permanentemente a los elencos estables, en favor de contratos con empresarios privados, y que virtual­mente ha ‘tercerizado’ los servicios de escenogra­fía y vestuarios.

En defensa de los trabajadores del Colón, se impone lograr el pase a planta permanente de todos los compañeros precarizados y la apertura de las cuentas del teatro, para terminar con los ñoquis y las sobrefacturaciones de los contratos externos.