Sindicales

24/3/2007|985

Mueren tres obreros en empresa del grupo Alperovich


El miércoles 21 se produjo un derrumbe en una obra de construcción en el centro de la ciudad. El resultado: Adrián Díaz, Claudio Neme y Javier Rojas, tres jóvenes obreros de entre 18 y 25 años, murieron aplastados por el derrumbe de una medianera.


 


El hecho tuvo un impacto inmediato en los medios y en el vecindario de la zona. Así surgieron las primeras denuncias. Los obreros y vecinos habían sido alertados de que se podría producir el derrumbe, incluso algunos habían sido evacuados de sus domicilios. Se denunció que los obreros estaban en negro, sin aportes previsionales y sin obra social, que trabajaban con el agua a la cintura (se estaban realizando los cimientos de un futuro edificio), trabajaban descalzos.


 


Si estas noticias causaron indignación, mucho más generó la feroz represión que sufrieron los familiares de los jóvenes obreros que pugnaban por recuperar los cuerpos.


 


Un régimen de precarización laboral


 


La empresa constructora es del cuñado de Alperovich. Este dato sacó a la luz pública otras obras que están a cargo de esta constructora, y en todas llueven denuncias de condiciones laborales pésimas; incluso trascendió el trabajo de menores de edad.


 


Todo esto no es una novedad en la provincia. El Estado es el primer precarizador, incluso en tareas de seguridad. El Estado ha dado vía libre al trabajo en negro en toda la provincia, en especial en el agro. En el citrus, familias enteras con sus niños van a la recolección. Hay denuncia del uso de menores para marcar los objetivos de los aviones fumigadores.


 


Ahora el gobierno tucumano ha inaugurado el PEL (Plan de Entrenamiento Laboral) por el cual las empresas pueden emplear jóvenes de 18 a 25 años por seis meses, por jornadas de 4 horas, pagando 500 pesos; pero de este monto 275 pesos los pone el Estado, lo mismo que los gastos de entrenamiento. La constructora de Alperovich ya tiene el cupo lleno de jóvenes a ser "entrenados".


 


Impunidad


 


Al día siguiente, toda las instituciones del Estado tucumano comenzaron a actuar como mecanismo de relojería para que el caso quede impune. Los empresarios declararon que ellos no eran más que una tercerizada que no estaba a cargo de esa parte de la obra. La Municipalidad, señalando que no es de su competencia lo que se construye y cómo se construye en su territorio. La Secretaría de Trabajo, señalando que no tiene personal para controlar el trabajo en negro, pero sí para declarar la conciliación en forma ilegal, frente al conflicto docente, amenazando con el descuento por los días de paro. La Legislatura hizo mutis. Juri, enfrentado a muerte con Alperovich por las internas, guardó silencio.


 


Los burócratas de la Uocra no se han dado por enterados, al igual que los sindicatos de la CGT, que recorre los barrios para arrastrar a los trabajadores a la interna del PJ.


 


Un programa


 


La lucha contra la precarizacion laboral y el trabajo en negro, por el control obrero y de los movimientos ambientales sobre los procesos productivos, por la formación de comités obreros de control de la higiene y seguridad en las empresas y fincas con derecho a veto, constituyen un programa elemental de lucha en el movimiento obrero y popular. Con este programa el PO va a intervenir para que, como ocurrió en Buenos Aires, los chabanes de Tucumán vayan presos y los Ibarras tucumanos sean expulsados del poder.