Sindicales

27/6/1996|500

Multitudinaria asamblea convocada por la Comisión de Desocupados

La situación de miseria y degradación constante en que viven los miles de trabajadores de los barrios Lanzone, Independencia, 9 de Julio y La Cárcova, de San Martín, está simplemente llegando a los límites de la tolerancia humana. Esta es la sensación que dominó en la multitudinaria asamblea que casi 200 vecinos de Independencia protagonizaron el pasado domingo 23, convocados por la Comisión de Desocupados.


La finalidad de la reunión era informar del resultado de las entrevistas con el intendente Libonati y con los secretarios de Gobierno y Acción Social (R. Salar y J. Carpenter).


Las entrevistas sólo arrojaron promesas: algunos bolsones de comida y medicamentos; ‘acompañar’ las gestiones de la Comisión ante Edenor por los cortes de luz, aunque los funcionarios advirtieron que se trata de una empresa ‘privada’ , que tiene a su favor todos los “argumentos de la ley”.


La actitud ‘conciliadora’ que adoptó el municipio, en contraste con los ‘aprietes’ del primer momento, se explica por el desarrollo del trabajo de la Comisión y el agravamiento del ‘problema social’, que según palabras del propio secretario de Gobierno “puede estallar” en cualquier momento.


El punto que acaparó, no obstante, la mayor parte del debate, fue el referido a los cortes de luz, que recrudecieron en los últimos días.


¿Hasta dónde llegará Edenor?


Después que Edenor rompió una tregua de varias semanas, posterior al reclamo elevado por la Comisión, que coincidió además con algunos hechos violentos (robo de escaleras, apedreamiento de las camionetas), iniciando el tendido de nuevas líneas, esta vez a 5 metros de altura (para lo cual contrató a trabajadores del propio barrio, ¡por 130 pesos!, y “personal de seguridad” reclutado entre la malandrinada de la zona), se reanudaron los cortes, llegaron las boletas actualizadas (por montos que van de 70 pesos a 100 pesos), las intimaciones por deudas impagas y … la exigencia del reembolso de la nueva instalación.


Si el carácter criminal y provocador de este pulpo capitalista, que escarba entre la pobreza y el hambre de miles de familias en busca de las últimas gotas vitales que ‘chuparse’, requería algo más para ser comprendido, la primera víctima no se hizo esperar: el miércoles 19, un viejo trabajador municipal murió quemado al arder su casilla por una vela que cayó.


La pregunta que insistentemente sonó en las intervenciones de los vecinos fue: ¿Hasta donde llegará Edenor? ¿Cuantas víctimas más habrá que lamentar si no detenemos esta ofensiva?


Todas las voces que se oyeron denunciaron enérgicamente “la lavada de manos” de Libonati, en quien no hay ni rastros de ilusiones o confianza.


La resolución de marchar masivamente el próximo miércoles al edificio de Edenor, para apoyar una entrevista previamente exigida por intermedio de la Municipalidad (y hacer entrega de una extensa lista de afectados que recogió la Comisión); el acuerdo de que cualquier negociación debe ser entablada colectivamente; la propuesta de dialogar sólo cuando se hayan restituido todos los servicios cortados, da una idea cabal de la firmeza de la asamblea.


Los ejemplos de La Matanza y Neuquén, fresquitos todavía, que fueron mencionados en varias ocasiones, aportaron la convicción de que esta lucha no es solitaria, sino parte de un proceso que recorre todo el país.