Sindicales

1/10/2021

Municipales de Córdoba: entre la precarización laboral y el deterioro del salario

Mal de muchos, consuelo de tontos. Nos organizamos para enfrentar esta política.

Los y las trabajadoras municipales de Córdoba vienen de un acuerdo paritario parcial que, en cómodas cuotas, ha recompuesto lo perdido hasta el mes de abril (sí, leyó bien, ¡abril!). El año pasado, con una inflación del 36,1%, los municipales obtuvimos el 23, 45%; con el “bis” de la paritaria, se recompuso el 27, 65%. En total, un 51%; sin embargo, para el mismo período la inflación total es del 68,4% (36,1% 2020 más 32,3% hasta agosto 2021), con lo cual se acumula una pérdida del poder adquisitivo del salario del 17% (sin contar que no se restituyó el 15% correspondiente a la séptima hora).

Pero si hiciera falta, podemos seguir mirando cómo se incumple el estatuto municipal, con más de 600 trabajadores de planta transitoria que esperan su pase desde hace cinco años o más. La gestión del intendente Martín Llaryora precariza cada día más el estatuto, incorporando bajo la figura de monotributistas, becarios y servidores urbanos, trabajadores que realizan tareas que corresponden a planta por la tercera parte del salario; estos trabajadores tienen las mismas obligaciones, pero no los mismos derechos, despidiéndolos sin ningún prurito, como quedó exhibido en lo ocurrido con Victoria Romero. Haciendo gala de cinismo, sus funcionarios se jactan de dar trabajo a cooperativizados que cobran por debajo de la línea de indigencia.

Que la inflación le gane a los salarios no es una novedad; a esta altura de la historia económica de nuestro país, los trabajadores sabemos que es el mecanismo principal que utilizan los gobiernos para licuar el déficit fiscal, haciendo que el alza de precios aparezca como un factor ajeno a sus posibilidades de control, incrementando la recaudación a través de impuestos regresivos -como el IVA que grava el consumo- y ajustando el salario del trabajador a la baja por el solo hecho de que lo que gana cada vez le alcanza para menos.

Tampoco es novedad que el aumento de la desocupación opera como un factor de presión sobre los trabajadores ocupados, constituyendo una sombra que acecha bajo el lema patronal “detrás hay miles que podrían reemplazarte”, exhibido sin ningún tipo de pudor ante la mirada cómplice de legisladores y jueces, que además avalan y promueven reformas laborales. Si a este cuadro le sumamos el accionar de la burocracia sindical, que desalienta cualquier movimiento de defensa del trabajador, el cuadro resulta patético.

Este es el cuadro… ¿cuál es la salida?

La situación requiere ser abordada de manera integral, haciendo simple lo que se presenta como complejo. Frente a un salario que con esta gestión ya acumula 18 puntos de pérdida y frente al avasallamiento de nuestros derechos laborales, lo que corresponde es organizarnos para luchar. Y para esa organización, es urgente retomar las calles, recuperar las asambleas con mandatos que impongan un plan de lucha por el pase a planta inmediato de todxs lxs trabajadores precarizados, incorporándolos a la organización sindical, para poner un límite a una gestión que no va a parar a menos que el freno venga de la mano de las y los trabajadores.

Necesitamos desarrollar una iniciativa que unifique nuestros reclamos y exija la reapertura de la paritaria para garantizar un salario que no pierda frente a la inflación hoy, no en un futuro cada vez más distante.

Para impulsar una campaña contra la precarización del salario y de las condiciones de trabajo, lxs municipales que integramos la Fucsia participaremos del Plenario de la Coordinadora Sindical Clasista, que se desarrollará el sábado 2 de octubre a las 15 horas en Art Decó (Humberto Primo 401). ¡Sumate a nuestra agrupación!