Sindicales

2/5/2017

Municipales: rechacemos la paritaria de miseria de Larreta y Sutecba


El Gobierno de la Ciudad y Sutecba firmaron otra paritaria de miseria. Sin consultar con la base del gremio, sin ni siquiera anunciar cuánto reclamaría, sin convocar ni una movilización, Amadeo Genta y compañía firmaron la pauta salarial pretendida por el Ejecutivo porteño. Lo hicieron sobre el vencimiento de todos los plazos, despegándose todo lo posible de la lucha docente -referencia inmediata de nuestra paritaria- para firmar lo pedido por el gobierno. La mafia sindical contra la cual despotrica Macri pour la galerie es un pilar de la coalición  del ajuste que él aplica junto a los gobernadores.


 


 


Los números


 


En primer lugar, la paritaria no reconoce el salario perdido en 2016 (10%), lo que sí hizo el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta para sus funcionarios a quienes otorgó un 15% en febrero.  Lo firmado es un 18% en cuotas (10% abril, 8% agosto) cuando la inflación, según datos de la Ciudad, en el primer trimestre superó el 7% y ninguna estimación baja del 25% para 2017. Estos magros porcentajes se aplican sobre salarios que no cubren la canasta de pobreza ($14.857): hoy un administrativo nivel 1 cobra $12.700 de bolsillo. La cláusula gatillo es un simple engaño, porque en 2016 tuvimos una inflación del 44% y nunca se aplicó. El aumento en la antigüedad no alcanza a cubrir lo perdido desde la última vez que aumentó (2015). El 2% en septiembre, además de ser miserable, es a cuenta de un futuro reencasillamiento, por lo tanto no eleva la base salarial. Este sencillo análisis echa por tierra los esfuerzos matemáticos de los cráneos de Sutecba y sus bravuconadas publicadas en una reciente solicitada.


 


 


Una grieta verdadera


 


La firma de la vergonzosa paritaria de 2016 desató una rebelión en la base del gremio que sacudió  a Sutecba con carpas, plenarios intermunicipales y movilizaciones a la sede sindical. Se expuso así la verdadera grieta: la existente entre la burocracia sindical que defiende los intereses patronales, en este caso los del gobierno de Rodríguez Larreta, y los trabajadores que soportan el ajuste. La aún incipiente organización del activismo antiburocrático no pudo quebrar la política de Sutecba y su patota, pero hay que retomar ese camino.


 


La seccional Capital de ATE dirigida por el kirchnerismo es parte del problema. Se deshilacha en medidas aisladas, de espaldas a la base, que ya llevaron a un callejón sin salida a la lucha en 2016. En ese año pretendieron montarse sobre el descontento para engordar su aparato, en lugar de unificar a los trabajadores de uno y otro sindicato para enfrentar el ajuste –lo que sucedía por abajo. Este año realizaron una “toma” de aparato en el Ministerio de Hacienda para encubrir su adaptación al ajuste y luego se festejaron a sí mismos en una asamblea de afiliados que resolvió una “marcha federal” para dentro de ¡dos meses! Su estrategia, como se ve, no es derrotar la avanzada antiobrera del gobierno, sino que está colocada en las elecciones de octubre y en el “vamos a volver” –siguiendo el paso del FpV, que forma parte de la coalición del ajuste macrista, aplicando recortes y reprimiendo en las provincias donde gobierna, como Santa Cruz, y votando leyes clave de ataque a los trabajadores.


 


 


Otro camino


 


En la otra vereda se encuentran los trabajadores que buscan un camino para enfrentar el ajuste.  En muchas dependencias la inquietud se manifiesta en asambleas. En el hospital Ramos Mejía se realiza un plan de lucha con paros y asambleas. Hay que seguir ese camino: asambleas en todos lados, que los hospitales y dependencias en lucha convoquen a plenarios intermunicipales para sumar fuerzas y abrir un canal de movilización. En los hospitales unifiquemos la lucha con médicos y profesionales, que también comienzan a discutir paritarias. Esta es una orientación que agrupa a los trabajadores para la lucha, más allá de su afiliación sindical y su orientación política. Rechacemos este acuerdo ruinoso firmado a espaldas de los trabajadores. Por un 35% de aumento sin cuotas, por el reencasillamiento y la planta permanente, pongamos en pie un plan de lucha desde abajo y abramos la perspectiva de recuperar los sindicatos para los trabajadores.