Sindicales

29/12/1997|570

Navidad con corte de ruta

Eran las 7 de la mañana del lunes 22, cuando decenas de trabajadores desocupados, con sus familias, organizados en el movimiento Teresa Rodríguez, comenzaron a reunirse frente a la Ruta 36, a la altura del barrio Pepsi. En pocos minutos cortaron el tránsito en los dos carriles que van hacia la Rotonda Alpargatas. Luego se levantó otra barricada, a 100 metros, por los carriles que van hacia la Capital.


Así nacía el tercer corte de Varela, en el lapso de pocos meses.


La decisión de cortar fue el producto de una deliberación en asambleas barriales y general, ante la no renovación de los contratos a 102 compañeros (hay aproximadamente otros 60 en idéntica situación que no están empadronados por la Teresa Rodríguez) y 302 casos en litigio, cuyo ingreso sigue sin resolverse.


La semana pasada, en medio de esta efervescencia, el municipio empezó a pagar su deuda aceleradamente a centenares de contratados —un motivo adicional de indignación de los desocupados—, porque era un intento por dividir a los desocupados y pinchar el corte, pero no logró su propósito.


El corte se ha ido afianzando con el correr de las horas. Se ha montado el ‘peaje’ solidario, que se ha revelado todo un éxito. Se ha avanzado en la organización de la cocina y de la vida interna del campamento. Al momento de escribir estas líneas, se está en plenos preparativos, cuando entramos en el tercer día de corte, de un festival en vísperas de la Navidad, que los desocupados se aprestan a ‘celebrar’ en la ruta.


Con Diasa y Firestone


Lo sucedido en Varela no es un episodio ‘local’. En los planes oficiales está prevista la supresión de 100.000 puestos‘Trabajar’. Al municipio le ha tocado su parte proporcional.


Dicho recortamiento se inscribe en las medidas de ‘austeridad’ acordadas con el FMI, para luego del 26 de octubre. Es que más de “484.455 de los nuevos empleos corresponden a contratos generados por los empleos transitorios de empleo público” (La Nación, 22/12).


Lo de Varela tiene un alcance general y empalma con la crisis industrial en desarrollo. En la zona Sur, Diasa (ex Sevel Berazategui) ha otorgado vacaciones anticipadas, un preludio de suspensiones y despidos; Firestone ha despedido a 13 compañeros y ha desatado un conflicto de grandes proporciones (ver nota).


La situación plantea objetivamente una lucha común. Es la oportunidad para que la Coordinadora de desocupados de Varela, junto a las de Berazategui, Solano, Lanús, se dirijan a Firestone y Diasa para movilizarse en común contra los despidos y por el reparto de las horas de trabajo sin afectar el jornal.


Que la crisis la paguen los que la crearon y no los trabajadores.