Ferroviarios de la línea Roca: Necesitamos una lista antiburocrática e independiente de la patronal

Para recuperar el cuerpo de delegados

La Unión Ferroviaria se encuentra en una crisis terminal. La participación de Pedraza y Fernández en la autoría intelectual del crimen de Mariano Ferreyra desnudó hasta qué extremos estaba dispuesta a llegar la cúpula de nuestro gremio para defender los intereses de las empresas tercerizadoras y su propio negocio en la explotación de los ferroviarios.

Desde la privatización menemista hasta la actualidad, la conducción verde de la Unión Ferroviaria se convirtió en empresaria y estrechó vínculos con los concesionarios y el Estado, gobierno tras gobierno, en los negocios de la explotación ferroviaria y de los subsidios estatales. Quien tiene un piso 18 en Puerto Madero no lo compró trabajando y no puede representar a los trabajadores.

Es el mismo camino que recorrió toda la burocracia que integra la Confederación de Gremios del Transporte, junto a Maturano de La Fraternidad y el camionero Moyano -líder de una CGT que, año tras año, firma los techos salariales y los convenios flexibilizados sin lucha.

El tumor del cáncer fue la línea Roca. La patota fue alimentada con un ingreso masivo de personal que los delegados manejaron a su antojo, despreciando el reclamo de ingreso de los hijos y familiares de los ferroviarios. Con el apoyo de intendentes zonales, ingresaron barras bravas, ñoquis municipales, pungas y todo aquel dispuesto a ser fuerza de choque oficialista; y enfrentaron a los tercerizados, como pudo haber sido contra cualquier especialidad que se organizara por algún reclamo.

Pero fueron derrotados. El ingreso masivo de tercerizados a planta permanente fue una enorme conquista en defensa del convenio y de la unidad de todos los trabajadores. Que Pedraza, Fernández y los coautores del crimen de Mariano Ferreyra estén en prisión abre una nueva etapa histórica en el gremio.

Tenemos la oportunidad de cambiar la historia en las próximas elecciones de delegados en la línea Roca. Hay que hacerle pagar a esta vieja conducción su complicidad con las privatizaciones y el despido de decenas de miles de ferroviarios, el desguace y cierre de ramales, la destrucción del convenio único y el vaciamiento sindical que siguió a la desaparición de las asambleas y plenarios.

Con Pedraza preso quieren hacer algún retoque para que siga la política de la Verde. Los matones se quedan con la chapa, los supervisores que hicieron carrera con Pablo Díaz ahora se dicen “independientes” y la Morsa Aguirre se cuelga de Duhalde, pero son todas viudas del Gallego Fernández. Hay que terminar con todos ellos.

Por eso, llamamos a la más amplia unidad de los ferroviarios para poner en pie una lista antiburocrática e independiente de la patronal para recuperar el cuerpo de delegados para los plenarios de especialidad y las asambleas; por la prioridad en el ingreso de nuestros hijos y familiares; por la publicación de las vacantes, la reducción de jornada, el acceso a la carrera ferroviaria, un régimen de vacaciones estival para todos y el fin de las discriminaciones y el acomodo. Para luchar por el 82% móvil para nuestros compañeros que se jubilan.