Sindicales

30/1/2014|1301

Necochea: la indomable lucha de los obreros de Cargill

Desde por lo menos 2008, Cargill Saci, en su planta de Quequén, ha tenido conflictos reiterados por su mal pago (o no pago) tanto a camioneros como a trabajadores de planta. En octubre de 2013 provocó un paro de transporte de 40 días por la tarifa y la concesión de trabajo que afectó a la cadena agroexportadora y a la población de Necochea.

Cargill adeuda sueldos desde hace ocho meses. Cuando el Sindicato de Aceiteros de Necochea, Lobería y Quequén hicieron un paro, el ministerio de Trabajo dictó enseguida la conciliación obligatoria. La patronal amenazó cerrar la planta y despedir sin indemnización, además mandó emisarios a amedrentar a los trabajadores en sus domicilios, para que abandonen el sindicato. El viernes 17, el acceso a la planta estaba cerrado. Desde ese momento, los trabajadores acampan frente al portón.

La seccional aceiteros de Necochea se desvinculó de la Federación de Aceiteros en julio de 2013. Cargill miembro de Ciara (cámara de empresas aceiteras) pretende negociar paritarias con la Federación que cerró a la baja en Rosario. Se reunió con Lastre (de la burocracia de la CGT Necochea), con Venegas (de Uatre) y con Caffaro (presidente del Consorcio Puerto Quequén) para ‘destrabar’ el conflicto.
Aceiteros Quequén nuclea unos 500 trabajadores de Aceitera Cargill y Aceitera Moreno y Lobería. Durante los tres últimos años, logró terminar con los tercerización laboral, incluido el personal de mantenimiento, y cerró una paritaria en febrero de 2013 de 9.400 pesos iniciales.

Cargill, amenaza “suspender” la operatoria de la planta de Quequén por seis meses con el objetivo de encubrir el despido de 160 trabajadores y evitar las paritarias.

Por estas horas, los compañeros siguen acampando en la puerta de Cargill.

Todos estos conflictos vienen montados sobre la devaluación y la quita de retenciones que exigen los agroexportadores. Cargill exporta soja procesada (harina) o a medio procesar (partida) y, desde la ley de biocombustibles, la tonelada de aceite con este fin sólo paga el 2,5 por ciento por retenciones.

Se plantea defender los puestos de trabajo y la prohibición de suspensiones y despidos.

Que se abran los libros de Cargill. Basta de persecusiones. Plena vigencia de los derechos sindicales.


Mónica Conesa (Necochea)