La ‘reforma educativa’ en Córdoba está siendo discutida punto por punto entre la jerarquía eclesiástica y el gobierno de Córdoba. El CONSUDEC —Consejo Superior de Educación Católica— elaboró para ello un proyecto al que podría agregarse la inclusión de candidatos para ocupar la Dirección de Institutos Privados de Enseñanza (DIPE) (La Voz, 7/9).

El primer resultado de la “reiterada concurrencia” de los miembros del CONSUDEC a los despachos oficiales es el compromiso de pago inmediato del importe correspondiente a 30.000 horas cátedra adeudado por el gobierno, lo que implica  “una cifra superior al millón de pesos” (ídem, 12/7). Además, “Primatesta aguarda que el gobernador Ramón Mestre lo llame, para tratar sin intermediarios los efectos que la reforma educativa puede tener sobre los 60 colegios (terciarios) representados en el CONSUDEC, de los cuales 49 son colegios religiosos”. El interés de la jerarquía es mantener el subsidio a su ‘negocio’ y asegurarse el dominio del clero sobre los institutos de formación docente, ya que el plan de Mestre es cerrar el 70% de los establecimientos públicos.

Por estas ‘poderosas’ razones “trascendió que el cardenal Primatesta hizo conocer su deseo de ‘disminuir’ los niveles de confrontación… con el gobierno”. Según el ministro Pérez, en el ‘diálogo’ con la titular del CONSUDEC, “se terminó de consensuar, escuela por escuela, cual será la modalidad que tendrá cada una”, quedando ahora la negociación ‘final’ por los terciarios.

La Multisectorial del clero

Mientras se arma, por un lado, este pacto con el clero, el cierre y destrucción de las secundarias en el interior, la liquidación de los institutos de arte y escuelas técnicas, la desaparición de las escuelas terciarias públicas de formación docente, y la municipalización de las escuelas, sigue en pie.

Paradójicamente, un gobierno absolutamente ‘groggy’ se ha dado una estrategia para abortar la movilización más masiva de los últimos veinte años. La responsabilidad de esto corresponde por entero a la UEPC (sindicato docente) que puso a la cabeza a una ‘Multisectorial’ integrada por las fuerzas políticas patronales (PJ, FREPASO, el angelocismo, sin poner el nombre) y el clero. La ‘Multi’ llamó a juntar firmas para una “iniciativa popular”  por la derogación de la “ley provincial de educación”, una via muerta por definición, para poner una cortina de humo al ‘arreglo de cuentas’ entre el clero y el gobierno. El planteo de una segunda movilización contra la ‘reforma’ fue dejado de lado.

Romper con la Multisectorial

Desde el ‘cordobazo’ educativo ha pasado casi un mes. Es necesario romper con la Multisectorial y levantar un programa de reivindicaciones  por la derogación de la ‘reforma’.