El lunes 1º, la dirección del gremio del Neumático convocó a una asamblea general que había sido largamente reclamada por los trabajadores cuando las fábricas estaban en lucha por el salario, pero que la dirección del gremio convocó luego de un largo desgaste, con las plantas trabajando, los despedidos afuera y Fate militarizada. Además, luego de haber firmado un preacuerdo en el cual acepta la propuesta de las patronales (del 28% en cuotas), contra el 35% que reclamaban los trabajadores, y una nueva conciliación obligatoria con los despedidos afuera.

La dirección del gremio convocó a la asamblea con el propósito de cerrar el conflicto definitivamente. Llama la atención que esta vez no hubo objeción alguna de las patronales a su realización. No hubo un lock-out en Fate por la ‘ausencia’ del personal durante las tareas, ni hubo objeciones de la patronal en Pirelli. En Firestone, la patronal incluso “alentó”, abiertamente, la concurrencia.

Las patronales, luego del largo conflicto, estaban urgidas por normalizar la producción y para aprovechar, luego del conflicto del campo, el comienzo de la siembra de maíz y de soja. Los tractores necesitan neumáticos y hay atrasos en las entregas a las terminales automotrices. El gremio, que rechazó sistemáticamente una asamblea general cuando era necesaria para profundizar la lucha por el salario, se “avino” a realizarla ahora por esta presión de la patronal.

La asamblea, con 1.300 participantes, fue tensa. Los trabajadores le disputaron todos los puntos del temario a la burocracia. Desde la elección de la presidencia y el salario del 35% hasta la reincorporación de los cesantes. Hubo muy buenas intervenciones de compañeros de Fate y muy buenas de los despedidos de Pirelli, defendiendo posiciones de lucha. Al final, triunfó por escaso margen la aprobación del acta que había firmado la burocracia.

El “preacuerdo” establece el 13 y el 15% de aumento salarial, en dos cuotas, lo que da una media anual del 25%, y el pago de tres cuotas no remunerativas. Muy lejos del 35% de una sola vez que reclamaban los trabajadores. La directiva ha quedado “facultada” para discutir con la patronal, caso por caso, la reincorporación de 205 despedidos.

La burocracia decidió mantener el quite de horas extras hasta que se le dé punto final al tratamiento de los despidos, para fingir una posición que da por cerrado el conflicto. En la misma línea se comprometió a convocar a una nueva asamblea, en 10 días, para la evaluación de la situación de los despedidos que siguen aún en calidad de “licenciados”.

Las patronales, que obtuvieron la aceptación de sus propuestas salariales, ahora se han largado a una campaña para establecer “arreglos” que les permitan cerrar definitivamente el conflicto. En el preacuerdo, Wasiejko solicita “las indemnizaciones legales correspondientes” para los despedidos.

El Estado, las patronales y la burocracia han complotado abiertamente contra los trabajadores del neumático. Se han militarizado las plantas, principalmente Fate los despidos son el 6% de la totalidad del gremio.

Los cesantes, fundamentalmente en Pirelli, mantienen una intensa actividad en la puerta de la fábrica, con cartas, volantes, batucadas y achiques de calle, luchando por su reincorporación; un buen ejemplo a seguir.