Sindicales

2/10/2008|1057

Neumático: Más vale tarde que nunca

Fate y Pirelli

Ha pasado un mes desde que una asamblea general aprobó el pre-acuerdo salarial entre Wasiejko y las patronales, y “dio mandato” a la directiva para que discutiera el tema de los despedidos. La dirección del gremio sólo se ha dedicado, desde entonces, a dejar pasar el tiempo para desgastar a los que están afuera, y para que las patronales hagan un demoledor trabajo contra los despedidos entre los que están adentro.

Luego de 30 días de absoluta parálisis, las patronales “trabajaron” a destajo para socavar más de 150 “arreglos”, que no son otra cosa que despidos encubiertos. Las empresas ahora “estarían dispuestas” a reincorporar a menos de 30 personas, y el sindicato, después de 30 días, quiere ahora llamar a asambleas de fábrica para “refrendar el acuerdo salarial” con el hecho consumado de los 150 arreglos.

Nuevo MAS

El MAS tiene varias responsabilidades de dirección en Fate. En esta condición sigue defendiendo como “estrategia correcta” los sucesivos acatamientos a las sucesivas conciliaciones obligatorias ????????, dictadas con los despedidos de Fate afuera. Ahora se suma a la indefendible política de “reinstalación por las vías legales” de los despedidos, depositando su confianza en una justicia que, en el mejor de los casos, tardará un año en resolver alguna medida. El Nuevo MAS no tiene una política obrera. Como es tradicional en éstas y otras corrientes, sólo les preocupa convencer sus posiciones.

El argumento de esta estrategia viene con un dislate adicional: la teoría de la “resistencia a la japonesa”. Para el MAS, el gremio estaría pergeñando un paro que Fate no está en condiciones de realizar. Por lo tanto, no hay que parar, hay que trabajar. Como se ve, hay un afán de mantenerse como dirección al precio que sea. Pero el MAS también se equivoca en esto, pues ha desarmado totalmente al activismo de Fate, el cual ha entrado en un proceso de gran desmoralización y está se produciendo una sangría.

Primero renunció un delegado de la Marrón, luego dos, tres y cuatro, de la Marrón y también un miembro de la Comisión Ejecutiva de San Fernando. El MAS impulsó, ante estas renuncias (que no van a ser las últimas), una nota de repudio a los primeros renunciantes y sacó un artículo en su periódico diciendo que “no eran de ellos”, en el colmo del autismo para no asumir ningún tipo de responsabilidad en el proceso que llevó a la desmoralización de esos luchadores.

En Pirelli, los despedidos tuvieron una conciencia más clara del conflicto, se dieron una estrategia de resistencia y mantuvieron una política activa de lucha por su reincorporación. Achicando las salidas de las puertas de la planta en los cambios de turnos, se han planteado una pelea para que la empresa no tome eventuales hasta que no se termine de discutir el tema de los despedidos, sacaron tres cartas dirigidas a sus compañeros y se han entrevistado directamente con el secretario general del gremio puenteando a los delegados inservibles de la seccional de Merlo. Lograron incluso paros parciales de repudio por sector a la toma de eventuales. La patronal apela a la policía y a la seguridad para tratar de impedir la quema diaria de cubiertas, las cartas y la agitación. Hay un puñado de luchadores que le reclaman al gremio una asamblea de planta con la presencia de los despedidos y le piden un balance de su actuación en el conflicto.

En Fate se puede hacer lo mismo que en Pirelli. Tiene que haber una asamblea general convocada por la dirección del gremio, que dé la cara por el conflicto y participen los despedidos que no arreglaron. Si reprimieron un primer intento de colocar una carpa del aguante, hay que apelar al conjunto de las organizaciones de lucha e implantar una carpa de los despedidos y una acción belicosa en las puertas de la planta. Hay que hacerlo todas las veces que sean necesarias pues fortalecerán las reservas el futuro y achican los márgenes del burócrata Wasiejko. Más vale tarde que nunca.