Sindicales

11/3/2021|1617

Neuquén caliente

Por un congreso de delegados de base para votar un plan de lucha unificado.

Neuquén es sacudida por fuertes luchas de trabajadores, las cuales rechazan los pactos contra los salarios, el trabajo y el desguace de la ayuda social. Para los trabajadores estatales y docentes, el gobierno fijó un aumento del 12% más sumas fijas en negro y en cuotas. Se trata de propuestas miserables, que perpetúan la rebaja salarial operada en 2020 y no contienen ninguna recomposición salarial frente al proceso inflacionario. La docencia continúa de paro, con actividades en las rutas y bloqueos en Casa de Gobierno. La dirección del sindicato, ligada al Frente de Todos, se ve obligada a impulsar el paro por la gran bronca de la docencia, negándose a la unificación con otros sectores en lucha. En salud se procesa una rebelión de sus trabajadores en rechazo a la entregada que firmó ATE y UPCN. Esta surge desde abajo y se desarrolla con paros, asambleas interhospitalarias y actividades por localidad. Es una huelga formidable de los que están en primera línea contra la pandemia, y el gobierno busca el desgaste y el fin de la huelga a través de los descuentos.

En tanto, los judiciales están de paro rechazando la propuesta oficial del Tribunal Superior de Justicia del 12%. Aquí, la dirección del sindicato también se niega a la unificación, pero los trabajadores van buscando canales de unidad.

Mientras que las organizaciones piqueteras independientes, como el Polo Obrero, combinan las jornadas nacionales con el impulso de iniciativas provinciales que incluyen a la CTEP, el FOL y el Frente Popular Darío Santillán. La lucha por el trabajo genuino y por un seguro al desocupado enfrenta a un gobierno que tiene los programas sociales congelados en 6.000 pesos y abastece solo un 25% la demanda en comedores y merenderos. Por ello, las organizaciones desarrollan nuevas acciones sobre las rutas.

Unidad de los trabajadores

Las acciones que desenvuelven los trabajadores/as enfrentan la alianza del gobierno de Omar Gutiérrez y del gobierno nacional. Sucede que Neuquén, así como otras provincias, expresan un laboratorio político. Por un lado, está la gran disposición de lucha de los trabajadores, con autoconvocatorias y paro generales, y por el otro, la capacidad de los gobiernos de contener y doblegar a los que enfrentan el ajuste. Por ello, la llegada de tres ministros nacionales a Neuquén en los próximos días representa un fuerte espaldarazo de Fernández a Gutiérrez en el medio de un proceso huelguístico.

Para los gobiernos es clave que triunfen estos acuerdos salariales por debajo de la inflación y de la canasta de pobreza. Pretenden que del ajuste a los salarios, jubilaciones, presupuesto de salud y educación salgan los recursos para el repago de la deuda externa y la continuidad de los subsidios a los capitalistas. Además, Gutiérrez y Fernández son conscientes del cuadro de precariedad del despegue de Vaca Muerta debido a la crisis nacional, la fuga de capitales y la huelga de inversiones.

Congreso de delegados de base

En este escenario se impone la necesidad de un frente único de lucha, un plan de acción unificado, comités de huelga por lugar de trabajo. Junto a ello es clave la iniciativa de impulsar un congreso de delegados de base de los sindicatos en común con los trabajadores desocupados. Esta consigan importa, por un lado, porque se trata de una herramienta de organización de todos los trabajadores en los sindicatos que pactan contra los salarios y, por el otro, es un instrumento destituyente contra la burocracia sindical y de lucha por una nueva dirección en los sindicatos.

La masividad de las movilizaciones y el surgimiento de nuevos luchadores/as ponen en el orden del día la necesidad de un plan de lucha unificado con el objetivo en derrotar el ajuste del régimen del FMI.

El Partido Obrero se juega a fondo por el triunfo de estas importantes luchas populares.