La ausencia de respuestas, o una nueva propuesta de parte del gobierno neuquino, no le permitió a la dirección TEP-Celeste de Aten (docentes) que tuviera en sus manos una propuesta maquillada que pudiera siquiera presentar en las asambleas de este miércoles. No le quedó ningún margen para otra cosa que proponer cinco días más de paro.

Estos nuevos cinco días transcurrirán en el marco de una semana de rebelión de los hospitales y otros sectores estatales contra el acuerdo ruinoso del 12% que aceptó la directiva de ATE y UPCN, pero también en el marco de un paro de 48 horas del sindicato de profesionales médicos de los hospitales y de piquetes del Polo Obrero y otras organizaciones. El jueves paran trabajadores de enfermería. Por su parte, los judiciales tienen asamblea y allí el activismo nucleado en la Bermellón impulsará la unidad con estas luchas en curso.

Contrariamente a lo que corresponde, que es poner la lucha de Aten en sintonía de frente único con los demás sectores, el TEP impulsó que la actividad de esta semana sea un bloqueo de la Casa de Gobierno, sin corte de calles aledañas; es decir, retener a las y los trabajadores de la educación en las veredas de la sede de gobierno, lejos de cortes y movilizaciones masivas.

En vez de unificar, el TEP logró -a pesar que perdió las dos asambleas de Capital, la de Plottier, Zapala y otras- colectar más votos para su moción en el plenario de directivas.

Las asambleas virtuales no recuperaron la asistencia de la primera y hasta el propio TEP reconoce que los “banderazos” de la semana pasada, a la vera de la ruta, movilizaron poco. El bloqueo de la Casa de Gobierno, sin una participación masiva y como parte de una irrupción desde las bases, es muy difícil de sostener.

Para eso el TEP, que se opuso el 3 de marzo a una marcha provincial para no exponer a las y los compañeros, una semana después impulsa que las seccionales más alejadas viajen varias horas hacia la capital -hasta cuatro en un auto, con barbijos y las ventanillas bajas.

La contención que defiende el TEP es precaria, porque la voluntad de unificar desde la base es muy fuerte. Las próximas horas serán definitorias al respecto. Apostamos por la fuerza que pueda jugar una incipiente huelga general de estatales que rompa el dique de la burocracia. Ponemos todas nuestras energías en apuntalarla y desarrollarla.