A pesar del anuncio de que el aguinaldo se pagaría íntegro para aquellos que ganen hasta $60.000 mensuales brutos, el gobernador neuquino Omar Gutiérrez ni siquiera cumplió esta noticia, destruyendo el aguinaldo para miles de trabajadores.

Contra este atropello patronal, se produjeron movilizaciones impulsadas por las seccionales opositoras al TEP (Trabajadores por una Educación Popular-Celeste) que dirige el sindicato docente Aten.

Tribuna Docente, como integrante de la Multicolor, es parte protagónica de una lucha que ha sido abiertamente cuestionada por la dirección del sindicato como un acto de irresponsabilidad, cuando es imposible quedarse en casa sin trabajo y sin salario, en medio del alza de la pandemia producto de la flexibilización de las actividades económicas.

La orientación del gobierno es clara. Por una parte, cancela $3.200 millones de la deuda y la renegocia dolarizando la parte pesificada y subiendo los intereses por el “reperfilamiento”. Y por otra, utiliza los salarios como variable de ajuste, destruyendo el aguinaldo y no pagando el IPC (en el primer semestre se debería haber pagado un 13% de recomposición salarial).

Asimismo, la estrategia de una reactivación por la vía del barril de petróleo, es decir subsidios a las petroleras, no resuelve el proceso imparable de recesión de la industria y la huelga de inversiones de las empresas que la pandemia agudizó.

Parlamentarización del reclamo

Como una nueva medida de contención, la dirección de Aten recurrió a la Legislatura y se encontró con que el único bloque que presentó un proyecto de resolución por el pago en tiempo y forma del aguinaldo fue el Frente de Izquierda-Partido Obrero (el 22 de junio). Ante este hecho, tanto el TEP como el Frente de Todos presentaron otro proyecto con el objetivo de usarlo como tapón del proyecto del FIT. Quedó en evidencia la demagogia del Frente de Todos, que a nivel nacional impulsa el pago en cuotas y que en la provincia, bajo la presión generada por la bronca de miles de trabajadores, debe impulsar un proyecto por el pago íntegro. Demuestra, a la vez, la necesidad de aumentar la contención de la burocracia mediante el parlamento. Es lo que manifestó Marcelo Guagliardo (secretario general de Aten), en la Comisión de Trabajo donde se debaten los proyectos. “Si la cosa sigue así no nos quedará otra que tomar otras medidas”, le advirtió a todos los bloques patronales sobre “un estallido social”. La dirección de Aten defienden el salario como uno de los factores económicos que estimulan el consumo y no como un derecho obrero.

Esta visión, que tampoco cuestiona el pago de la deuda o los subsidios al gran capital, se sustenta en la carencia de la independencia de clase del TEP, un integrante del Frente de Todos de los Fernández. Una dirección sindical debe defender el salario como el derecho del trabajador por su contraprestación laboral bajo el capitalismo.

Zoombazo, pero hace falta un plan de lucha

La bronca creciente, por abajo, ha obligado a la dirección de Aten a poner en escena una contención. Ayunos, conferencias de prensa, notas de pedido de reunión al gobernador, ir a la Legislatura y un acto por Zoom. El TEP festeja una conexión de 1.200/1.500 dispositivos, en un acto que demuestra que podrían realizarse asambleas en la virtualidad, debatir y resolver acciones. Y que hay interés por luchar. Pero como ya han dicho, ellos consideran “irresponsable salir a la calle”.

Al día siguiente del “Zoombazo”, en las mismas redes explotó una nueva manifestación de bronca, porque el aguinaldo descuartizado es lo único con lo que cuentan las/os trabajadoras/es para alimentarse y no alcanza.

Es necesario un plan de lucha y eso es irremplazable. Necesitamos emprender una salida de fondo, que consiste en unir el reclamo sindical con medidas determinantes ante la falta de liquidez aducida por el gobierno: el no pago de la deuda y un impuesto a las grandes fortunas, que solamente el Frente de Izquierda ha presentado a debate en el Congreso y las legislaturas.

Existen múltiples convocatorias de deliberación en Aten, desde las seccionales y minorías opositoras, hasta de directoras/es, niveles y modalidades, las que se encuentran desperdigadas incluso en la virtualidad por la orientación pro-patronal de las direcciones sindicales.

La lucha por imponer una salida de los trabajadores necesita de una mayor deliberación y de reforzar el frente único de todo el gremio en base a la independencia política y a la necesidad de un plan de acción que tire abajo los planes del gobierno. Tenemos que defender una perspectiva que libere las fuerzas de lucha que están contenidas.