Sindicales

25/4/1995|445

Neuquén: las burocracias de ATE y ATEN no movieron un dedo

El paro nacional del pasado viernes puso al desnudo el cuadro previo de parálisis en que el CTA ha sumido al movimiento obrero en Neuquén. El paro tuvo escasa adhesión en estatales y docentes.


En Río Negro, el paro en estos sectores fue masivo, al calor de la lucha que desde hace meses vienen sosteniendo ante la falta de cobro de los salarios, en algunos casos desde enero pasado.


En Neuquén, la directiva de ATE no movió un dedo por el paro, no promovió asambleas, sólo se dedicó a una intensa campaña por… los medios de difusión. El resultado fue un paro casi inexistente en los estatales.


La directiva provincial de ATEN tampoco movió un dedo por el paro. Seccionales como Cutral Có, que están comunicadas hasta por fax con la directiva provincial, hasta las 18 horas del jueves “no sabían si el paro se hacía o no”.


La explicación de tan poco empeño en garantizar el paro de parte del CTA, bien puede encontrarse en el empeño que pusieron desde los altavoces por imponer la consigna “se va a acabar cuando tengamos que votar”.


En este sentido, los numerosos contingentes movilizados por los partidos y agrupaciones de izquierda logramos no sólo hacer prender nuestra consigna de “se va a acabar con una huelga general”, sino que la misma tuvo que ser coreada por la dirigente de la fruta desde el escenario, ante la masividad con que fue prendiendo entre los más de 3.000 compañeros que participaban del acto.


La consigna de la huelga general es impulsada por el PO, y ha incluso arrastrado a otras organizaciones de izquierda remisas a esa consigna.