Sindicales

9/10/2003|820

Neuquén: levantan la huelga docente

El gobierno de Sobisch no pudo quebrar la huelga. De esto se ocuparon sus direcciones: Azul de la provincial, Rosa de capital, agrupaciones izquierdoides como el Mst, el Pts y otras.


Todo el trabajo que estuvieron haciendo durante el desarrollo de la lucha iba encaminado a eso. Hasta ahora no habían tenido éxito.


El aislamiento de la huelga por parte de la Ctera y de la Cta (cuyos principales sindicatos estaban en conflicto salarial con el gobierno, al igual que el gremio docente), los abiertos planteos de la dirección provincial de levantar los cortes de puentes, la campaña de la dirección capital sobre la debilidad del conflicto… ¡por los medios!, el planteo persistente de los izquierdistas de que “la gente no da”, “hay que volver a las escuelas”, “hay que escuchar al compañero que no para”, etc., etc. produjeron un trabajo de socavamiento enorme en el transcurso del conflicto.


El lunes, el propio Pilatti (presidente del CPE) había declarado que por más pequeño que sea el nivel de adhesión al paro, la situación seguía siendo irregular, por lo tanto, la reunión prevista para ese día con el sindicato iba a durar poco, e iba a ser sólo para comunicarles que debían levantar las medidas de fuerza. La persistencia de la lucha de los compañeros, lo masivo de la marcha, con su permanencia en derredor de la Casa de Gobierno, durante toda la jornada, hizo que la reunión se extendiera por diez horas y media (demostrando que la preocupación del gobierno era otra), volviendo a pasar a un nuevo cuarto intermedio hasta el martes 7, a las 11 horas, reunión que luego fue negada por el propio gobierno.


Las direcciones sindicales apostaron todo al levantamiento cuando pusieron todo el énfasis en anunciar que el gobierno mantenía el diálogo, cuando éste ya había declarado que el único dialogo posible no contemplaba la discusión salarial; apostaron a una vía muerta en relación a los objetivos de la huelga, lo que terminó por quebrar a la base docente que, estoica y heroicamente, había mantenido la huelga.


Hasta ese momento, el paro se mantenía y encontró su final en las asambleas de ayer a la tarde. El discurso de la Azul se dedicó a plantear la necesidad de salir “enteros”, cuando la auténtica entereza sólo se podía lograr con una salida victoriosa del conflicto. Pero el trabajo de reclutamiento de carneros lo desplegaron al máximo las agrupaciones izquierdoides, para llevarlos a votar el levantamiento de la huelga con el argumento de que necesitamos “reorganizarnos” (además de alegar, mocionar y votar los activistas mismos, por supuesto). Esto quedó de manifiesto al verse que son las seccionales de Confluencia (donde más incidencia tienen) las que definieron más nítidamente en el plenario el levantamiento de la medida. No es casual que es precisamente allí, donde más obstáculos encontró la huelga, también para iniciarse y sostenerse.


Rechazamos por este medio, como también lo hemos realizado a través de un comunicado público, el intento del diario Río Negro de vincularnos a los “levantadores” de la huelga, cuando en su edición de hoy, miércoles 8 de octubre, señala que “la postura que recibió el mayor respaldo de la asamblea fue impulsada por la Agrupación Naranja de Aten, cuyos dirigentes más representativos son Silvia Venero y Daniel Huth, en conjunto con el sector docente representado por Angélica Lagunas, ex candidata a diputada por el frente compuesto por las Agrupaciones Izquierda Unida-Partido Obrero”, sin aclarar que la postura que perdió la votación en dichas asambleas estuvo impulsada fundamentalmente por los referentes de la Agrupación del Partido Obrero-Tribuna Docente-Lista Marrón.


Es imprescindible la realización de un balance que tome todos estos elementos para una superación de estas direcciones y prepararnos para el ataque que el reciente reelecto gobernador Sobisch ya ha anunciado.