La llegada de los mineros a Neuquén capital suma otro capítulo a esta histórica lucha. Mientras una mitad de compañeros mantiene el corte en Arroyito, otra delegación se encuentra en las puertas de la ciudad judicial en la capital neuquina. Este lugar  ha sido el escenario de nuevas provocaciones e intimidaciones de la policía provincial, bajo la orden del gobierno de Gutiérrez. Es que muchas organizaciones solidarias se vieron bloqueadas por cordones de efectivos que impidieron el ingreso de alimentos. Como se encuentran en plena avenida Leloir, la necesidad de un baño químico es elemental, hecho que también fue imposibilitado.  El momento de mayor tensión fue ayer, en horas de la tarde, cuando un trabajador solidario se acercó  a colocar una carpa  y fue detenido por la policía. En ese mismo sentido, un minero  que volvía de comprar alimentos fue interceptado por un efectivo quien desenfundo su arma y pretendió arrestarlo, algo que fue impedido por los compañeros que rápidamente lo rescataron. 

Todas estas arbitrariedades y abusos policiales  tienen el claro objetivo de que no se consolide un nuevo lugar de lucha.  Para el gobierno tiene especial importancia impedir que los mineros planten bandera en las puertas de la ciudad judicial, lugar donde se llevan adelante las negociaciones. En el día de mañana, se llevará a cabo una nueva reunión. Los compañeros mineros ya rechazaron la propuesta de un subsidio por ser insuficiente y por sobre todo, por no resolver la continuidad de los puestos de trabajo.

El Partido Obrero y un conjunto de organizaciones que hemos estado presentes en cada etapa de esta lucha exigimos al gobierno que permita el ingreso de alimentos, agua y baños para los compañeros. Que el gobierno pague los salarios de los meses adeudados. Incautación de todos los bienes de la empresa.  Por la continuidad laboral, retomando la producción por parte del Estado, bajo el control de los trabajadores. Este último planteo es lo que presentará Patricia Jure en la legislatura provincial.