Sindicales

7/11/1995|472

Neuquén: trabajo o subsidio de 500 pesos

El ‘subsidio’ al desocupado es una conquista de los trabajadores neuquinos. A pesar de las discriminaciones para su cobro, y que sólo es de 200 pesos mensuales, la burguesía neuquina no tolera que el movimiento popular lo haya arrancado con métodos de lucha. Desde el mismo momento que si vio obligada a votar la ley 2128 (Fondo Ocupacional de Emergencia), se ha lanzado a limitar y anular su cobro. A través de un sistema computarizado (el ‘peine informático’) dejó fuera del beneficio a una tercera parte de lo que cobraron la primera vez.


Otra medida ha sido la de exigir una ‘contraprestación laboral’ como condición para cobrar el ‘subsidio’. Esta ‘contraprestación laboral’ viola expresamente la propia constitución provincial (cuyo art. 53 obliga al gobierno a “indemnizar al desocupado forzoso”, con carácter “orgánico y sistematizado”) y es utilizada por el gobierno y las patronales para transformar los 200 pesos en un piso salarial, para llevar a ese nivel los salarios de los trabajadores en actividad.


Ya se están registrando casos, donde los desocupados son enviados a realizar la ‘contraprestación laboral’ a empresas (galpones de empaque, cuadrillas de obras municipales, etc.) donde reemplazan a los trabajadores con antigüedad y mayor salario, los que son despedidos.


Las patronales se benefician así doblemente: se produce una rebaja salarial de conjunto y específicamente la patronal que resulta beneficiada con la ‘contraprestación laboral’ realiza el sueño de todo burgués, es decir, reduce su ‘costo laboral’ a cero, ya que los 200 pesos los pone el Estado.


Esto introduce también un factor de competencia y choque entre los trabajadores estables y los ‘desocupados-ocupados’ y tiende a romper el principio de unidad con que se desarrolló la lucha hasta ahora.


El gobierno viola incluso las 4 horas diarias fijadas por la ley como tope de la ‘contraprestación’, y son muchos los ‘desocupados’ que están ocupados por 6 o más horas por día.


Como tampoco reciben las asignaciones familiares, ni se generan derechos vacacionales, y al no estar comprendidos en una relación de dependencia, quedan fuera de toda cobertura por accidentes laborales o goce de licencias por enfermedad. El ‘desocupado’ se transforma en un trabajador a destajo, por un salario de miseria.


Que esto no es una medida aislada, o producto de algún ‘descuido’, lo prueba el anunciado plan de gobierno de Felipe Sapag, que pretende llevar a los desocupados a realizar la ‘contraprestación laboral’ a las chacras. Así los empresarios del empaque, recientes beneficiarios del subsidio por decenas de millones que significó la estatización de sus deudas con el Banco Provincia (Gasparri, Estrella Alpina, Fuva, Demgut, Santo Della Gaspera, Cooperativa La Flor, etc.), recibirán un nuevo subsidio al estatizar también el pago de los salarios de los ‘desocupados-ocupados’ que tengan que ir a poner el lomo a sus chacras.


Esta política de la burguesía neuquina sirve para poner de manifiesto la justeza del reclamo de la Coordinadora: Trabajo o indemnización de 500 pesos.


Sólo esta consigna pone las cosas en su lugar, ya que concibe a la pretendida ‘contraprestación laboral’ como un trabajo liso y llano, es decir, con todos los derechos salariales y sociales. Y por otro lado, no transforma la indemnización en una presión hacia la baja salarial de conjunto.


La Coordinadora ya ha comenzado a recibir denuncias de todos estos atropellos, que no hacen más que extender la base social de su representatividad. Un ejemplo de esto se dio hace pocos días, cuando trabajadores despedidos de las obras de la construcción se acercaron a la Coordinadora a buscar una mano para organizar sus reclamos.