A pesar que la burocracia empresaria del sindicato entregó conquistas laborales y de los reiterados anuncios de inversiones, lo cierto es que los números “cantan” que la actividad en la Cuenca Neuquina ha retrocedido en la cantidad de pozos perforados.

 

Un informe del Centro de Estudios de Servicios Públicos y Privados (CESPUP) en base a información suministrada por el Ministerio de Energía y Minería afirma que “En los primeros tres meses del año la cantidad de pozos terminados tuvo una merma del 24%” respecto al mismo período del año pasado.

 

Entre tanto, los más de 1.600 obreros petroleros “suspendidos” o despedidos siguen sin retornar al trabajo.

 

El famoso subsidio de $ 20.000 fluye a cuentagotas.

 

Esto hizo estallar un aspecto dramático que refleja la calamidad que viven miles de familias de ex petroleros: un obrero con varios meses de inactividad, acampó y se encadenó frente al sindicato, amenazando prenderse fuego, desesperado por volver a tener un trabajo (ver foto).

 

La dirigencia sindical ha anunciado que antes de fin de año volverán miles a los yacimientos, pero esta situación marca otra realidad.

 

La Agrupación Obreros del Petróleo se solidariza con el compañero y su familia y hace responsable al secretario general, más ocupado en firmar convenios y acuerdos salariales a la baja que en defender los puestos de trabajo, de la seguridad de este compañero y de todos los despedidos.