Sindicales

23/9/2010|1147

Neuquén: Victoria en Coca Cola Polar

Todos reincorporados

Finalmente, la actitud firme de los trabajadores que ocuparon la planta de Coca Cola Polar obligó a la empresa a dar marcha atrás y presentó un escrito ante el Ministerio de Trabajo en el que dejó sin efecto los 143 despidos. Es una victoria no sólo por las reincorporaciones, sino por el método con que se obtuvieron: la ocupación. La firmeza obligó no sólo a que la CGT votara un paro (que nunca puso en marcha), sino que, incluso el gobernador envió una carta al embajador de Estados Unidos para manifestarle su “preocupación”. La empresa fundamentó los despidos en que debe realizar una millonaria inversión en tecnología que le exige The Coca Cola Company. Sapag, tras reunirse con directivos de la firma, comprometió que la provincia “trabajará para que tengan nueva tecnología y no pongan en riesgo las fuentes de trabajo” (La Mañana de Neuquén, 16/9). A buen entendedor, todo esto implica algún tipo de subsidio o eximición de impuestos para los empresarios. Los detalles del acuerdo final no han trascendido. Pero ninguna multinacional despide 143 obreros, cierra una planta, saca un crédito para montar la producción en otra provincia y emite bonos por 105 millones de dólares (La Tercera, 24/8) para cambiar su estrategia de renta capitalista de un momento para otro. Hay que defender esta victoria. La política del despido masivo les ha fracasado. La política del sindicato en otros casos de cierre donde ha logrado impedir la ocupación (como en Orfiva) fue aceptar mansamente las indemnizaciones. El secretario de Trabajo provincial, Oscar Closs, sugirió la readecuación de la planta para “la producción de agua gasificada” (Río Negro, 15/9). Cualquier variante tiene que partir de la continuidad incondicional de los 143 puestos de trabajo. Ahora, esa es la principal tarea y pasar a la ofensiva en los reclamos pendientes.