Sindicales

16/4/1998|581

Ni un despido

En el marco de un completo aislamiento, provocado por la política patronal y traidora de la burocracia zanolista, la lucha de los compañeros del Patricios sigue en pie. El plenario de delegados generales de bancos fue postergado, hace dos semanas, hasta el martes 14. La burocracia ni siquiera cumplió con la resolución de concurrir al festival convocado por la interna del Patricios.


El objetivo de lucha de los trabajadores del Banco, tal como se ha venido refrendado en todas las asambleas y en el flamante Cuerpo de Delegados de Base, es conseguir la continuidad de todos los puestos de trabajo.


Así como en Río Turbio no son los mineros los responsables de la política patronal de desmantelamiento de la mina, tampoco son los bancarios los responsables de las maniobras patronales de los Spolski y Cía., ni tampoco de la política de encubrimiento y complicidad del Banco Central menemista. Y aquí también, como lo reclaman los compañeros del Turbio, hace falta rodear esta lucha de la más amplia solidaridad, transformándola en una causa de todos los trabajadores.


Y en el gremio no faltan elementos para plantear la necesidad de una acción de conjunto. Todos los comentarios dan cuenta de la existencia de varios bancos en la cuerda floja, y además de esto, la política privatista del menemismo y la Alianza se está llevando adelante en los últimos bancos oficiales: Nación, Ciudad, Santa Fe. El Provincia está en la sala de espera.


Si el gremio bancario no reacciona, digámoslo una vez más, es por las traiciones de la burocracia. Esta situación plantea una responsabilidad central para todas las Comisiones Gremiales, corrientes y activistas opuestas al zanolismo: responder al llamado de la CGI del Patricios para conformar una Coordinadora de Lucha de los Trabajadores Bancarios, rodeando al conflicto del Patricios, pero abarcando además las situaciones de conjunto de los bancarios. La CTA bancaria, en particular, hasta ahora ha brillado por su ausencia.


 


Banqueros y Bancarios


La CGI del banco viene realizando una importante tarea de organización y lucha. Ya van varias asamblea generales, dos marchas al Central, sentadas y cortes de calles, el Festival del viernes 3. Pero quizás lo más importante ha sido la organización del Cuerpo de Delegados de Base y las resoluciones adoptadas en su plenario. Se definió una estrategia de movilización que amplíe más la participación del conjunto de los compañeros, con un plan de paros progresivos, nuevas marchas, el refuerzo de la Comisión de Familiares, sumando todos los elementos que nos permitan alcanzar medidas decisivas ante el desenlace del conflicto.


Además, la Gremial tiene el objetivo de plantear a los trabajadores no bancarios de la zona la conformación de un frente común de acción que plantee la lucha en común contra los despidos y la flexibilización.


Los banqueros, por su parte, vienen trabajando a todo vapor para encontrar una salida a sus desastres. El presidente de la AMIA y del Banco Mayo, Beraja, parece estar en la ‘pole position’ para quedarse con el negocio. Por su lado, el Central está tratando de sumar interesados. Pero todos tienen un denominador común. Ni Spolski, ni Beraja, ni el Central garantizan en lo más mínimo la continuidad laboral de los compañeros.


No puede haber ninguna ilusión en que esta situación vaya a tenerse en cuenta si no la arrancamos a los banqueros y al gobierno con una lucha enérgica y consecuente, si no rodeamos al conflicto del Patricios de la mayor solidaridad, no declamativa, sino de hecho.


Este es el camino que han votado los compañeros de la interna del Patricios.