Sindicales

19/2/2015|1351

Ni vaciamiento ni desguace

Ecotrans se presenta a convocatoria de acreedores


No hay razón que justifique un pedido de esta naturaleza. Los recursos no faltan, sobran. Ecotrans es una empresa viable. Si sumamos la recaudación y los subsidios del Estado, Ecotrans cuenta con los fondos necesarios para prestar un servicio a la altura de las necesidades, tanto en frecuencia como en calidad.


 


No hay excusa, por lo tanto, para que Ecotrans no pueda brindar el servicio. Si esto no ocurre es sencillamente porque durante estos años hemos asistido a una política deliberada de vaciamiento, similar a lo ocurrido en el ferrocarril Sarmiento, cuya concesión estuvo en manos también de los Cirigliano.


 


Esta política, lejos de atenuarse, se ha agravado en el último período, hasta desembocar en una situación terminal como la actual, en que el deterioro en todos los órdenes (obsolescencia de las unidades, falta de mantenimiento, ausencia de repuestos, etc.) ha puesto en jaque las bases mismas para la continuidad del servicio. Si Ecotrans siguió funcionando fue, no obstante ello, gracias al esfuerzo de sus trabajadores.


 


El grupo Cirigliano, caído en desgracia, pretende sobrevivir apelando a algún salvavidas del Estado, que le cierre los grifos. La convocatoria de acreedores se inscribe en esos tironeos, mientras crece la amenaza de pérdida de los pisos. Por lo pronto, fue cursado el pedido de caducidad de la concesión de los recorridos nacionales por parte de la CNRT.


 


Aunque la reforma de la ley de quiebras ha suprimido una referencia explícita, no hay que descartar que, con la excusa del concurso, se pretenda implementar un “procedimiento de crisis” en el marco del Ministerio de Trabajo, y atacar el salario y el convenio.


 


 


Aves de rapiña al acecho


 


En forma proporcional al derrumbe que se viene constatando en Ecotrans, empiezan a levantar cabeza las tentativas de desguace de la línea. Empresas nacionales y locales están tranzando, bajo cuerda, con las autoridades de transporte, para quedarse con el botín, repartiéndose entre ellos las concesiones. El anzuelo es que con estos cambios se estaría privilegiando “el interés del público usuario”, lo cual es falso. Lejos de representar una solución, estas supuestas salidas terminan por agravar los problemas ya existentes. Quienes pagan las consecuencias de estas “reorganizaciones”, como ya lo vivimos reiteradas veces en todos estos años, son los usuarios, con la supresión de recorridos menos rentables, y los propios trabajadores con despidos y un cercenamiento de sus derechos y condiciones de trabajo. Basta observar a las empresas “interesadas” y las condiciones negreras de trabajo que allí prevalecen, para imaginar lo que ello significa. 


 


 


Campaña 


 


Frente a esta situación, los trabajadores de Ecotrans preparan una campaña de denuncia y movilización, rechazando tanto el vaciamiento como el desguace y planteando la necesidad de defender un transporte para todos. La defensa del transporte público es una causa de todo el pueblo y los compañeros se proponen, como ya sucedió en el pasado, involucrar a la población trabajadora de la zona oeste en la lucha que está planteada.


 


El cuerpo de delegados convocó a asambleas en todas las cabeceras y se marcha a una asamblea general con el conjunto de los trabajadores para votar un plan de acción. Los compañeros exigen que se haga una inspección integral a la empresa para verificar la situación que aquí denunciamos y que se abran sus libros y sus cuentas para saber adónde van a parar los recursos que la patronal recibe. Reclaman que se forme una comisión de control, integrada en forma conjunta por representantes del Estado y de los trabajadores, a los fines de fiscalizar el movimiento de la empresa. Estos planteos van a ser llevados a conocimiento del juez designado en el concurso. El corolario de todo esto debería ser un plan de inversiones, cuya ejecución debe estar sometida a la supervisión común de los trabajadores y el Estado.